E.M.C. Madrid | jueves, 08 de noviembre de 2018 h |

Es una demanda con solera en cáncer infantil y juvenil y comienza a ser una realidad. Las primeras unidades de oncología específicas para adolescentes con cáncer ya están en marcha y se concentran en Madrid, en los hospitales 12 de Octubre, Gregorio Marañón, La Paz y Niño Jesús. Así se ha puesto de manifiesto en una jornada celebrada esta semana en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, organizada por la Federación Niños con Cáncer, con el objetivo de ofrecer información sobre las particularidades del cáncer en adolescentes y las necesidades actuales para el tratamiento diferencial de este grupo de pacientes.

El pasado 15 de febrero, Día Internacional del Niño con Cáncer, esta petición ya fue el tema central de su campaña, que llevaba por lema “Nunca crecer antes de tiempo”.

A pesar de estos primeros pasos, desde la federación subrayan que aún estamos lejos de alcanzar los objetivos en este sentido de ‘La Estrategia en Cáncer’ del Sistema Nacional de Salud, que ponen el acento también en la necesidad de dar respuesta a la menor tasa de supervivencia en estos pacientes.

Esta estrategia establece como objetivo que la atención en la infancia y adolescencia, hasta los 18 años, de las personas diagnosticadas de cáncer se realice en unidades multidisciplinares de oncología que favorezcan la atención psicosocial y educativa desde el momento del diagnóstico y que además les permita continuar su desarrollo madurativo y su educación.

En opinión de José Luis Vivanco, jefe de Sección en la Unidad de Hemato-Oncología Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre, esta filosofía ya se aplica en las unidades en funcionamiento. En sus palabras, las unidades específicas de adolescentes se han creado con un mismo proyecto, que sean unidades multidisciplinarias. El especialista destaca que su principal misión es revisar y actualizar los protocolos y ensayos clínicos con el fin de decidir cuáles son los más eficaces para tratar a los adolescentes con cáncer, a través de la colaboración de equipos formados por aquellos profesionales con mayor experiencia en el tratamiento de las patologías que afecta a estos pacientes.

Por su parte, Ana Fernández-Teijeiro, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (Sehop), hace hincapié en que “los adolescentes con cáncer tratados con protocolos pediátricos tienen una mejor supervivencia que los que son tratados con protocolos de adultos”.

La federación insiste en que queda mucho por hacer. Solo en Madrid, lamentan, se estima que el 20 por ciento de los adolescentes con cáncer son tratados en unidades de adultos. Además, consideran que estas unidades no se están implementando de forma efectiva en todos los hospitales de referencia.

Es una demanda con solera en cáncer infantil y juvenil y comienza a ser una realidad. Las primeras unidades de oncología específicas para adolescentes con cáncer ya están en marcha y se concentran en Madrid, en los hospitales 12 de Octubre, Gregorio Marañón, La Paz y Niño Jesús. Así se ha puesto de manifiesto en una jornada celebrada esta semana en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, organizada por la Federación Niños con Cáncer, con el objetivo de ofrecer información sobre las particularidades del cáncer en adolescentes y las necesidades actuales para el tratamiento diferencial de este grupo de pacientes.

El pasado 15 de febrero, Día Internacional del Niño con Cáncer, esta petición fue el tema central de su campaña, que llevaba por lema “Nunca crecer antes de tiempo”.

A pesar de estos primeros pasos, desde la federación subrayan que aún estamos lejos de alcanzar los objetivos en este sentido de ‘La Estrategia en Cáncer’ del Sistema Nacional de Salud, que ponen el acento también en la necesidad de dar respuesta a la menor tasa de supervivencia en estos pacientes.

Esta estrategia ya fija como objetivo que la atención en la infancia y adolescencia, hasta los 18 años, de las personas diagnosticadas de cáncer se realice en unidades multidisciplinares de oncología que favorezcan la atención psicosocial y educativa desde el momento del diagnóstico y que además les permita continuar su desarrollo madurativo y su educación.

En opinión de José Luis Vivanco, jefe de Sección en la Unidad de Hemato-Oncología Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre, esta filosofía ya se aplica en las unidades en funcionamiento. En sus palabras, las unidades específicas de adolescentes se han creado con un mismo proyecto, que sean unidades multidisciplinarias. El especialista destaca que su principal misión es revisar y actualizar los protocolos y ensayos clínicos con el fin de decidir cuáles son los más eficaces para tratar a los adolescentes con cáncer, a través de la colaboración de equipos formados por aquellos profesionales con mayor experiencia en el tratamiento de las patologías que afecta a estos pacientes.

Por su parte, Ana Fernández-Teijeiro, presidenta de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (Sehop), hizo hincapié en que “los adolescentes con cáncer tratados con protocolos pediátricos tienen una mejor supervivencia que los que son tratados con protocolos de adultos”.

La federación insiste en que queda mucho por hacer. Solo en Madrid, lamentan, se estima que el 20 por ciento de los adolescentes con cáncer son tratados en unidades de adultos. Además, consideran que estas unidades no se están implementando de forma efectiva en todos los hospitales de referencia.

Por todo ello, insisten, una vez más, en la necesidad de contar con servicios especializados –unidades de adolescentes– y con programas multidisciplinares que aborden problemas tan dispares como un tratamiento específico de tumores propios de la adolescencia, la escuela, el trabajo, la salud psicológica, la integración social, la recuperación física y el seguimiento de secuelas a corto, medio y largo plazo. Unidades de atención al adolescente enfermos de cáncer que cuenten con equipos profesionales del área pediátrica (específicamente entrenados en este rango de edad) que trabajen en estrecha colaboración con los diferentes servicios médicos de adultos que puedan aportar experiencia y conocimientos en las diferentes patologías del paciente adolescente.