A pesar de que las comunidades autónomas han ido nombrando a sus responsables sanitarios, la realidad es que en algunas autonomías, los equipos están sin completar, y por tanto, la maquinaria sanitaria sin llegar a arrancar. Es el caso de la Comunidad de Madrid donde más de una decena de altos cargos siguen aún pendientes de confirmación o nombramiento.
En la actualidad, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid sigue a la espera de vertebrar el equipo de la viceconsejería de Asistencia Sanitaria y la dirección general del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) con rango de viceconsejería, así como algunas de las direcciones generales en el Sermas. Hay que tener en cuenta que de toda esta estructura dependen subdirecciones, oficinas de coordinación y todas las gerencias, todos ellos cargos de libre designación.
Del Sermas depende la continuidad asistencial, la política farmacéutica y productos sanitarios, y las gerencias del SUMMA, atención primaria y hospitalaria, además de la dirección general de recursos humanos y relaciones laborales, o la dirección general de coordinación socio-sanitaria, junto a otras subdirecciones generales.
Actualmente, sólo están nombrados el responsable de la viceconsejería de Humanización, y tres de los directores generales que componen el equipo. Falta por cubrir también la dirección general de Salud Pública.
Hay que recordar que en los últimos Consejos de Gobierno, la Comunidad de Madrid ha seguido avanzando en la compra de vacunas —tanto para la gripe como para el VPH, y las hepatitis A y B—, pero quedan temas en los que Madrid había llevado la delantera en muchas autonomías y que están al ralentí: la gestión de las terapias CAR-T, políticas de recursos humanos, etcétera.
Con todo, la inquietud en el sector sanitario madrileño es palpable en el ambiente. Con un país abocado a una repetición electoral es necesario que al menos, explican desde el sector, las Administraciones completen su estructura para recuperar el ritmo de trabajo.
