Antes de un año, todos los proyectos de salud con retorno de inversión positivo incorporaran métodos y métricas para evaluar el impacto sobre la experiencia del paciente, una tendencia que servirá para transformar los servicios sanitarios, que definirá la calidad que se presta y transferirá poder a las personas y a las instituciones gracias a la tecnología.
Es una de las ideas principales que se han puesto de manifiesto durante la décima edición del Patient Barcelona Congress, un encuentro que pone el foco en el llamado “ empoderamiento” del paciente y que ha reunido en Barcelona a 28 expertos en la materia.
Durante el encuentro, organizado por el Hospital Clínic y el centro tecnológico Eurecat, se ha constatado que esta tendencia comienza a implantarse en pilotos y proyectos vinculados a patologías como las enfermedades respiratorias crónicas, la diabetes, el párkinson, el cáncer y el reuma o la asistencia que se presta en los partos.
Durante el mismo, también se ha presentado la labor de la comunidad de práctica “Experiencia del Paciente-Barcelona” que quiere poner en valor la opinión del paciente en su tratamiento, integrada por los hospitales Clínic, Sant Joan de Déu, Consorci Hospitalari de Vic, Hospital Arnau de Vilanova, y el Institut de Salut Global de Barcelona, AQuAS TicSalut y Eurecat.
Palanca de cambio
Los participantes en este foro coinciden en que la incorporación de la experiencia del paciente puede ser una palanca de cambio para la transformación de los servicios clínicos, en un contexto en que las empresas son conscientes de que les ayudará a transformar su oferta y a redefinir sus roles, de acuerdo con las conclusiones de una sesión de trabajo previa al congreso, que ha remarcado que la tecnología empodera al paciente y, mediante el conocimiento, transfiere poder de instituciones a personas.
En la misma línea, todos los participantes han recalcado que el empoderamiento permite identificar necesidades no cubiertas, a la par que ayuda a definir la atención centrada en la persona en el mundo real.
Para Joan Escarrabill, director del Programa de Atención a la Cronicidad del Hospital Clínic, las acciones que deben tomarse para mejorar la experiencia del paciente “son absolutamente locales” y se deben hacer “a nivel de cada centro”. Escarrabill ha subrayado que las empresas de salud juegan un papel clave en la mejora de la atención sanitaria: “La investigación y la experiencia del paciente están aparentemente alejadas, pero comparten metodología”, ha apostillado.
En palabras del director de la Unidad de eHealth de Eurecat, Felip Miralles, “la tecnología juega un papel clave en el codiseño de los servicios sanitarios para incorporar la opinión de los pacientes, familiares y profesionales sanitarios, a la vez que es relevante para permitir una comunicación bidireccional que hace que el paciente pueda participar activamente en su cura”. El congreso también ha contado con la aportación de Andrew McCulloch, director del Picker Institute Europe, que ha señalado que “uno de los retos más importantes para la calidad de la atención es poner en común la experiencia del paciente, la seguridad y la efectividad clínica”.
Profesionales preparados
El experto, que ha evaluado varios estudios sobre la satisfacción del paciente en toda Europa, cree que “cada vez habrá más profesionales capacitados para interpretar estos datos y actuar en consecuencia”. De igual modo, ha remarcado que “se debe explicar a los ciudadanos que necesitamos estos datos” para poder “codiseñar programas de atención sanitaria con los pacientes”.
Por su parte, Cristina Bustillo, Chief Experience Officer del Hospital Sant Joan de Déu, ha recalcado que el codiseño de servicios de salud debe trabajarse “como un servicio holístico y con amplitud de miras hacia las familias y los profesionales”, mientras otra de las participantes, Lekshmy Parameswaran, socia de la consultora Fuelfor, ha indicado que “se necesita tiempo para que el paciente pueda hablar sobre su salud”, pero que este cambio será beneficioso a medio plazo.