C.M.L. Madrid | jueves, 05 de enero de 2017 h |

El año se cerraba con promesas renovadas o al menos con la predisposición a comenzar a trabajar en paralelo entre ministerio y profesionales sanitarios. Tras un año ‘en blanco’ quedaban asuntos en el tintero que, ahora sí, no pueden esperar. Recientemente el Ministerio de Sanidad se hacía eco de los indicadores hospitalarios entre 2010 y 2014, unos datos que venían a reflejar las consecuencias de la inestabilidad económica y de los cambios estructurales que se han ido produciendo en estos años.

En materia de recursos humanos, en 2014 los centros hospitalarios trabajaban, vinculados mediante relaciones contractuales estatutarias, laborales y colaboradores, un total de 550.028 profesionales, 2.740 menos que en el 2010; de ellos, 462.223 lo hacían en la red de hospitales públicos del SNS, 9.438 menos que al inicio del periodo y 87.805 trabajadores en el sector privado, 6.698 más que en 2010. En el ámbito público trabajan 8 de cada 10 profesionales del sector, relación que se ha ido manteniendo. En esta línea, el informe apunta a que la tasa de médicos por mil habitantes presenta valores similares en estos años, si bien para el personal médico en formación, la tasa por diez mil habitantes ha ido creciendo discretamente a lo largo de los cinco años, pasando de un 4,30 a 4,51 en el sector público, en donde la mayor capacidad de formación corresponde a los hospitales de agudos. En el sector privado, la tasa de formación de MIR es prácticamente testimonial. La ratio de enfermeros por cien camas en funcionamiento en los hospitales públicos se ha incrementado de 132,20 en 2010 a 139,60 en 2014 merced a la disminución de estas últimas.

Teniendo en cuenta la pérdida de personal que contempla el informe, y la “excesiva temporalidad” del SNS, el Ministerio de Sanidad tendrá que ponerse manos a la obra para cumplir con Europa en cuanto a la temporalidad laboral se refiere. Los cambios se tendrán que centrar en el Estatuto Marco del Personal Estatutario, el Estatuto Básico del Empleado Público y el Estatuto de los Trabajadores para acabar con la discriminación del personal estatutario con respecto al personal laboral, “así como el uso abusivo y fraudulento de la contratación eventual, mediante el encadenamiento sucesivo de nombramientos temporales en el SNS”, exponen en Satse. Aún así, antes de finalizar el año la primera comunidad en poner la primera piedra ha sido Andalucía al firmar un acuerdo entre sindicatos y Gobierno para estabilizar a los cerca de 15.000 profesionales que estaban como eventuales.

Por otro lado, el ministerio tendrá que revisar las plantillas y, como reclama el sector, “eliminar la tasa de reposición y convocar todas las plazas vacantes”. Además, los sindicatos llevan tiempo exigiendo la recuperación de los recortes retributivos. CESM insistió en que “los recortes salariales acometidos en 2010 por el gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero fueron especialmente discriminatorios para los médicos, y que la profesión no renuncia a que se repare esta injusticia”. En concreto, pidió la restitución de la totalidad de las pagas extras del grupo A.

Por su parte, la recuperación de la jornada de 35 horas es otra tarea pendiente, los profesionales aconsejan que debe hacerse en paralelo con el aumento de recursos y plantillas. A esto se suma la jubilación. CESM ya ha solicitado la jubilación voluntaria hasta los 70 años. De su encuentro con la ministra salió el compromiso de impulsar este asunto en el Consejo Interterritorial para llevar a cabo una prórroga generalizada al menos hasta los 67 años.

Por su parte, enfermería tiene claro por dónde hay que empezar a trabajar. Las diez principales demandas que hacen los enfermeros para 2017 se centran también en los recursos humanos. En concreto, el sindicato enfermero, además de plantear la recuperación de la antigua jornada y mejora de retribuciones, exige la convocatoria de nuevas Ofertas Públicas de Empleo con más plazas de enfermería para “acabar con el déficit de plantillas que sufren todos los servicios de salud y eliminar las tasas de reposición de profesionales”.

Otras necesidades planteadas desde Satse son la creación de la categoría de enfermero especialista en todos los servicios autonómicos de salud, con las plazas necesarias y remuneradas adecuadamente, así como un plan para la implantación progresiva de los puestos de trabajo de especialista, la clasificación en el Grupo A1 y la recuperación de la carrera profesional.

Decretazos en la cuerda floja

Por otra parte, sindicatos y organizaciones profesionales no se olvidan de los decretos que Montserrat ha heredado. Quizás el más controvertido sea el de la prescripción enfermera donde Congreso, Senado, comunidades autónomas, sindicatos y partidos políticos no hacen más que instar a su modificación.

La troncalidad también está en la cuerda floja con la anulación del Real Decreto, donde ahora habrá que empezar a tejer de nuevo un texto que, además de contemplar la memoria económica del impacto que tendrá el cambio en el modelo formativo, sea elaborado con el consenso de todos.

Por último, el decreto ‘olvidado’, como en más de una ocasión ha asegurado el Foro de la Profesión Médica deberá ver la luz en los próximos meses. La Gestión Clínica lleva casi un año en el Consejo de Estado, pero sigue sin ver la luz. En cualquier caso, Montserrat se comprometió con los médicos agilizar la implantación del modelo y a que sea homogéneo para todas las comunidades autónomas.

Con todo, los profesionales recuerdan a Sanidad que, aunque los acuerdos de 2013 estén vigentes, por aquello de dar un voto de confianza al nuevo equipo, esta nueva oportunidad tiene una fecha de caducidad. Como explican los distintos portavoces sanitarios, a la vista está que 2017 se presenta cargado de tareas y “la cuenta atrás empieza ya”.

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