La Unión Europea destinará 183 millones de euros al Fondo Fiduciario para el Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC) del FMI para aliviar la deuda de 29 países de renta baja. Esto les permitirá aumentar su gasto social, sanitario y económico en respuesta a la crisis de la COVID-19.

Esta contribución fue anunciada después de que la cumbre del G-20 refrendara un marco común para los tratamientos de la deuda, que va más allá de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI). La aportación europea está en consonancia con la propuesta de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, relativa a una iniciativa de recuperación global que vincula las inversiones y el alivio de deuda a los ODS.

¿Qué países se beneficiarán?

Los países más pobres y vulnerables se enfrentan a grandes necesidades de liquidez a corto plazo, lo que dificulta su capacidad para encontrar los fondos necesarios para afrontar la pandemia de la COVID-19 y suscita preocupación por una auténtica crisis de la deuda externa.

Por eso, los países que se han visto más gravemente afectados por la crisis sanitaria se podrán beneficiar del FFACC a través de préstamos en condiciones favorables. Como requisito, deben tener un nivel anual de renta nacional bruta per cápita inferior a 1.175 dólares (993 euros, aproximadamente).

Los países que podrán beneficiarse de los fondos de la UE son: Afganistán, Benín, Burkina Faso, Burundi, República Centroafricana, Chad, Comoras, República Democrática del Congo, Yibuti, Etiopía, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Haití, Liberia, Madagascar, Malawi, Mali, Mozambique, Nepal, Níger, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona, Islas Salomón, Tanzania, Tayikistán, Togo y Yemen.

Redoblar esfuerzo para aliviar la deuda

“La UE combina inyecciones de fondos para la rápida relajación de las restricciones presupuestarias a fin de ayudar a la respuesta inmediata, a través de contribuciones como la presente, con un plan sostenido a largo plazo para ayudar a los socios a afrontar una grave tormenta socioeconómica, que dista mucho de haber concluido”, indicó Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

Ha asegurado también que la UE ha liderado las iniciativas mundiales para redoblar esfuerzos “en materia de alivio de la deuda y de reestructuración de la deuda”. De este modo, Borrell espera que la contribución “allane el camino” para que otros se unan a estos esfuerzos mundiales.

Por su parte, Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, también participó en el Consejo virtual de Asuntos Exteriores de los ministros de Desarrollo. Agradeció la “generosa contribución” de la UE al FFACC. A su juicio, es un paso decisivo para ayudar a los países más vulnerables del mundo a prestar asistencia sanitaria y apoyo económico a sus ciudadanos durante la actual pandemia.

“La UE y el FMI mantienen una sólida asociación en materia de financiación del desarrollo”, afirmó Georgieva, quien instó a otros a adherirse a la UE y al resto de los contribuyentes en sus donaciones al FFACC. “Las contribuciones de nuestros países miembros son fundamentales para ayudar al Fondo a apoyar a los países más vulnerables”, concluyó.


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