Junto a la necesidad de combatir la altar precariedad laboral en el sector y la restitución de la pérdida salarial (cifrada en torno a un 30 por ciento), que los médicos han sufrido desde 2010, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se ha fijado como prioridad recuperar la jornada laboral de 35 horas en el Sistema Nacional de Salud, por lo que insta al Ministerio de Hacienda y Función Pública a que se haga eco de ello en la elaboración de los Presupuestos Generales del próximo año.
Los médicos han venido solicitando reiteradamente desde entonces, y en especial desde que el propio Gobierno dio por superada la situación de excepcionalidad económica, que se vuelva a la situación previa.
Además, la Confederación ha trasladado también esta petición a la nueva ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, en un escrito en el que le solicita una entrevista a fin de exponerle las principales inquietudes de los médicos.
El secretario general de la organización, Francisco Miralles, puntualiza en esta carta que “desde 2010 el poder adquisitivo de los profesionales de la medicina se ha reducido una media del 30 por ciento, mientras que la jornada ha aumentado en 2,5 horas semanales y se ha incrementado la carga de trabajo por la disminución efectiva de plantillas”.
CESM también insiste en la necesidad de combatir la precariedad laboral de los médicos, que “afecta a casi el 50 por ciento de las plantillas”.
Asimismo, propone recuperar el consenso entre el Ministerio y el Foro de la Profesión Médica que cuajó en los acuerdos firmados en La Moncloa el 30 de julio de 2013, cuyos objetivos básicos recuerda que eran los siguientes:
1. Consolidar y garantizar la calidad de nuestro SNS como uno de los pilares básicos del estado de bienestar. Para ello, se considera indispensable un Pacto por la Sanidad, que defina un nuevo modelo de financiación estable, suficiente, y respetuoso con el principio de estabilidad presupuestaria y consolidación fiscal.
2. Evitar que la Sanidad sea objeto de confrontación partidista, revitalizando los consensos políticos, profesionales y sociales fundamentales, de modo que el SNS, sea defendido entre todos como uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar.
3. Garantizar una asistencia sanitaria pública, gratuita, universal, equitativa, de calidad, financiada mediante impuestos y cuya gestión se desarrolle conforme a la Ley General de Sanidad.
4. Que se impulse la gestión clínica con el liderazgo del médico, como la mejor forma de implicar a los profesionales en la sostenibilidad y eficiencia del modelo asistencial.
5. Garantizar las condiciones básicas de los profesionales, dentro del Sistema Nacional de Salud, que sean competencia del Estado, según la legislación vigente.