GM | miércoles, 08 de noviembre de 2017 h |

La presidenta de Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT, que representa a una treintena de sociedades científicas y colegios profesionales), Regina Dalmau, ha pedido estructurar mejor la ayuda al fumador para que dejen el hábito a partir de una estrategia que permita una atención igual en todas las comunidades autónomas.

Durante su comparecencia en la comisión mixta para el Estudio del Problema de las Drogas ha hablado de la necesidad de seguir avanzando en la ley antitabaco aumentando los espacios sin humo, financiando los tratamientos para el cese del hábito tabáquico o acotando más el uso de los cigarrillos electrónicos.

Dalmau ha calificado los avances frente al tabaquismo como “notables”, pero ha considerado que esta carrera por la prevención debería ser “incesante” y “una carrera de fondo” mientras el tabaco siga produciendo enfermedad y muerte prematura.

El abordaje del tabaquismo debería estructurarse, según la presidenta, desde Atención Primaria pero con una estrategia de atención al fumador “común y consolidada a nivel nacional”, porque, cada comunidad tiene un plan diferente y, además, la financiación de los fármacos “es anecdótica”.

Insiste en que debería enfocarse no sólo en pacientes con patologías crónicas, sino a los que aún no las han desarrollado e insta también a resolver “el nudo” entre cannabis y tabaco para mejorar la prevención y el tratamiento de estos consumos.

Según un reciente informe técnico que ha citado, la probabilidad de consumir cannabis, si se fuma tabaco, se multiplica por 2,2 en la población en general y por 2,8 en la escolar.

Por eso, hay que deshacer “ese nudo” ya que una sustancia favorece el consumo de la otra. Es más, el principal efecto secundario de consumo de cannabis en adolescentes es que rápidamente se hacen adictos al tabaco porque la nicotina es una sustancia altamente adictiva.

Sobre el uso de los cigarrillos electrónicos es otro de los aspectos que, a juicio de Dalmau, se debería volver a evaluar. “Aunque ha habido una regulación al respecto, se deberían someter a la misma normativa que el tabaco convencional, porque aunque son menos nocivos, favorecen la normalización del tabaco y pueden ser una puerta de entrada a la adicción a la nicotina”, ha destacado.