| jueves, 18 de julio de 2019 h |

La Universidad de Murcia, en colaboración con la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y la Red de Terapia Celular (TerCel) del Instituto de Salud Carlos III, ha celebrado la 13ª edición del curso “Cell therapy from the bench to the bedside and return”, en el que han participado ponentes expertos de primer nivel internacional. El curso está enmarcado en la 36ª edición de las Actividades y Cursos de Verano de la Universidad Internacional del Mar y ha estado dirigido por José María Moraleda, coordinador de TerCel y jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia); Salvador Martínez, director del Instituto de Neurociencias de Alicante; Damián García Olmo, jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid); y Robert Sackstein, decano de la Facultad de Medicina (Herbert Wertheim College) de la Universidad Internacional de Florida y profesor emérito de la Universidad de Harvard.

Este curso también ha servido para solicitar a la Administración sanitaria que mantenga y dote adecuadamente las convocatorias anuales de ensayos clínicos con terapias avanzadas no comerciales. “La gran inversión pública en infraestructuras y en redes de investigación cooperativa (como TerCel) debe seguir potenciándose para que continúe la producción científica y la generación de medicamentos celulares”, explica Moraleda.

Tal y como se recoge en el Libro Blanco de la Terapia Celular en España, nuestro país fue líder europeo en el desarrollo de terapias celulares hasta 2010, ocupando en la actualidad el cuarto puesto del ranking. “Las causas están directamente relacionadas con el enorme descenso de la financiación como consecuencia de la crisis económica. A pesar de contar con las infraestructuras y el talento científico para recuperar ese liderazgo, se necesita una apuesta financiera firme por parte de las administraciones y un programa claro de colaboración entre las autoridades sanitarias, el mundo académico, las asociaciones de pacientes y la industria farmacéutica”, defiende el experto.

A pesar de ello, el futuro de la terapia celular en la Unión Europea, en general, y en España, en particular, es muy esperanzador. “Tras muchos años trabajando en la idea de “curar con células” (algo que los hematólogos siempre hemos tenido claro con la medicina transfusional y el trasplante de progenitores hematopoyéticos -TPH- como modelos), el desarrollo de las terapias CAR-T constituye una verdadera revolución científica, tecnológica y social, que nos permite alumbrar la esperanza de la curación del cáncer”, asegura.

Prometedores resultados de la terapia CAR-T

Durante el curso se ha hecho especial hincapié en las novedades y puntos críticos de las terapias avanzadas, especialmente, de las células CAR-T. “Los datos actuales en pacientes con leucemia linfoblástica aguda y en linfomas B difusos de células grandes en etapas muy avanzadas son muy esperanzadores, con unas tasas de remisión completa del 80-90% y de 40-60% respectivamente”, señala Moraleda. “Aunque necesitamos más tiempo de seguimiento para confirmar definitivamente estos datos, los resultados son indicativos de que nos encontramos frente a una innovación terapéutica disruptiva que puede curar a un porcentaje sustancial de pacientes con hemopatías malignas y con un enorme potencial de desarrollo, siendo altamente probable que sus resultados en etapas precoces de la enfermedad sean aún mejores. Por todo ello, se han iniciado estudios para otras indicaciones, como es el caso de ciertos tumores sólidos”.

Recientemente se han publicado datos de estudios en los que pacientes con mieloma múltiple muy avanzado fueron tratados con células CAR-T y en los que se obtuvo una buena respuesta. “En nuestro país – señala el experto-, antes de que acabe el año, se pondrá en marcha un ensayo clínico con un CAR anti-BCMA diseñado y manufacturado en el Hospital Clinic de Barcelona, para el tratamiento de pacientes con mieloma y en el que intervendrán cinco centros. Esperamos que la indicación de CAR-T para el tratamiento de este tipo de cáncer hematológico sea aprobada en un futuro inmediato”.

Futuro del TPH

El TPH representa, hasta el momento, la terapia celular por excelencia. De su permanente evolución también se ha hablado en este curso. “El futuro del TPH pasa por su combinación con otras terapias utilizadas antes, durante y después de su aplicación, ya sean pequeñas moléculas, nuevos anticuerpos monoclonales ligados o no a tratamientos antitumorales, inhibidores de punto de control o células CAR-T”, comenta Moraleda.

El TPH como estrategia para la curación del VIH ha sido otro de los temas tratados, concretamente, un estudio español de trasplante con células de cordón umbilical seleccionadas para la mutación CCR5 delta 32 en pacientes con infección por VIH y neoplasias hematológicas.