A falta de conocer de primera mano el documento definitivo, los miembros de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) están satisfechos con las noticias que llegan sobre el Proyecto de Ley que establece el marco de estructura, organización y funcionamiento de los centros del Servicio Madrileño de Salud. El texto, aprobado por el Consejo de Gobierno y pendiente de tramitación parlamentaria en la Asamblea, pretende dotar a la sanidad pública madrileña de un modelo más profesional y participativo, según destaca la consejería.
Entre otros puntos, el documento establece las normas básicas que regirán la elección de gerentes de los centros sanitarios y determina que su designación se hará a través de convocatoria pública, de concurrencia competitiva y resolución transparente.
Desde Sedisa, su vicepresidente, Modoaldo Garrido, destaca que el enfoque responde a lo pactado a finales de año con la sociedad científica. La consejería quiso contar con su opinión en diciembre y remitieron un escrito que ponía el acento en un decálogo del buen gobierno presentado en 2005 por la sociedad de directivos, la Sociedad Española de Salud Pública (Sespa) y la fundación de la Organización Médica Colegial.
“Hablar de transparencia, participación, etc., nos parece una música estupenda”, insiste Garrido, que aclara que puede marcar un hito si cuenta con el apoyo de todos los grupos políticos. No obstante, asegura, “habrá que esperar para ver cómo se materializa”.
Garrido recalca que históricamente ha habido una influencia excesiva de la política, o “más bien del partidismo”, en el nombramiento de los gestores sanitarios. Ante esta realidad, la sociedad científica lleva años insistiendo en la necesidad de realizar un ejercicio de autorregulación y de transparencia que ponga freno a estas injerencias y apoye la profesionalización.
El vicepresidente de Sedisa considera “fundamental” que el texto pueda contar con el apoyo de los cuatro grupos políticos. Algo así tendría mucha “potencia”, aclara, y podría “irradiarse” al resto de comunidades autónomas.
Aunque en los últimos meses se han presentado algunas iniciativas en la misma dirección, el proyecto madrileño es el más específico para esta sociedad científica. Castilla y León, por ejemplo, ha contado con su participación en determinados procesos selectivos, y hay avances en la misma dirección con el decreto asturiano o la Ley de Sostenibilidad de Andalucía, que contempla la creación de un banco de directivos sobre el cual también se ha pronunciado Sedisa.
Propuestas de pilotaje
El nuevo reglamento madrileño establece la creación en los hospitales de juntas de gobierno, como órganos colegiados responsables de la administración, y da participación a los profesionales a través de un consejo asesor asistencial y comisiones técnicas consultivas.
Garrido admite las dificultades para la puesta en marcha en la práctica de este tipo de estructuras, e insiste en la necesidad de iniciar experiencias piloto que puedan liderar el cambio, aplicando transparencia y aprendiendo de aciertos y de errores en su desarrollo. No en vano, recuerda que a día de hoy solo dos hospitales de Madrid cuentan con consejos de Administración.
A pesar de las dificultades, remarca que el hecho de que cada centro disponga de una junta de gobierno a la que tanto la gerencia como el resto de las direcciones tengan que informar, y encargada del seguimiento, por ejemplo, del control presupuestario o del diseño de códigos de conducta, responde a una directiva comunitaria de 2010.
No obstante, el Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid ha recalcado que el proyecto llega con cinco meses de retraso, ya que la Asamblea acordó, en su día, la presentación de esta iniciativa el pasado mes de marzo.