J.P.R. Madrid | viernes, 17 de noviembre de 2017 h |

Los cuidadores no profesionales de pacientes juegan un importante papel que en muchas ocasiones no es reconocido. Esta falta de apoyo puede suponer un problema. Una encuesta reciente ponía de manifiesto que tres de cada cinco sufren problemas psicológicos como la depresión. Es una de las conclusiones del estudio Embracing carers, que ha elaborado la compañía farmacéutica Merck o en colaboración con la asociación europea Eurocarers.

La encuesta ha contado con la participación de 3.516 personas de España, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos y Australia. En nuestro país, Merck ha puesto en marcha diferentes iniciativas de formación.

“Los resultados son bastante homogéneos en estos siete países. En el caso de España, suelen cuidar de los padres y de los suegros. Mencionan que se sienten apoyados por el entorno familiar pero que eso le resta tiempo de dedicación a sus quehaceres familiares o sus hijos. La amplia mayoría reconocen que se sienten cansados, el 71 por ciento”, señala Ana Polanco, directora de Corporate Affairs de Merck España. Quizás la conclusión más relevante del estudio es que “tres de cada cinco sienten deprimidos, estresados. La entrevista sirve para “conocer qué necesidades hay, porque conociéndolas luego se pueden implementar iniciativas en esa línea”, añade Polanco.

Colaboración con asociaciones

En los últimos meses Merck ha puesto en marcha una serie de iniciativas formativas en forma de talleres junto a las asociaciones de pacientes y de cuidadores, como la Confederación Española de Alzheimer (Ceafa) o Supercuidadores. No son las únicas. En la actualidad, trabaja con otras organizaciones. “En España venimos trabajando con asociaciones de pacientes de las áreas con las que estamos presentes actualmente. Por ejemplo en el área de esclerosis múltiple tenemos cursos para cuidadores para el manejo de la parte emocional y para que entiendan la patología y sus diferentes fases. Lo mismo en el área de oncología. Recientemente, hemos firmado un convenio de colaboración con la Asociación Española de Cabeza y Cuello”, afirmó. El objetivo ahora es fomentar este tipo de talleres que cuentan con profesionales de todos los ámbitos. “Estamos organizando cursos de cuidado de la piel, de alimentación, a los cuales no solo acuden los pacientes, sino también los propios cuidadores nos piden asistir para atender al paciente que tienen cerca”, añadió.

Eurocarers publicó un Libro blanco para cuidadores de pacientes con cáncer en el que emitía una serie de recomendaciones para los estados miembro, que deberían venir acompañadas de reformas legislativas. Entre ellas se encuentran la adopción un estatus formal de cuidador que incluya los cuidados a pacientes en condiciones graves, como el cáncer; el inicio de programas de identificación de cuidadores; el establecimiento de cinco días de permiso al año para cuidadores no profesionales; medidas de flexibilidad laboral; garantizar derechos de jubilación para cuidadores; un acceso adecuado a los servicios de salud, y la introducción de un programa sólido de apoyo a este colectivo.

El envejecimiento de la población ha provocado que la figura del cuidador no profesional gane relevancia en la sociedad. “Suponen ahorros. Estos cuidadores no reciben ninguna remuneración. Entrarían por tanto dentro de los costes directos no sanitarios, que generalmente no se suelen tener en cuenta a la hora de las evaluaciones económicas. Hay agencias europeas que recomiendan que se tengan en cuenta para ciertas patologías, pero no se compatibilizan. Hacen una contribución decisiva”, subraya Polanco.