En tiempos de pandemia, la coordinación lo es todo. Es así como han trabajado los centros de investigación españoles desde que el virus irrumpiese en la sociedad: de forma unida y cooperando los unos con los otros. Porque, en los últimos meses, estos centros dependientes del Ministerio de Ciencia e Innovación se han convertido en el epicentro de la evidencia de la COVID-19 en España.

La ciencia española se puso manos a la obra desde el principio, cuando aparecieron los primeros casos de COVID-19 en nuestro país. El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), se conforma como el organismo asesor científico-técnico sobre salud pública de los Ministerios de Ciencia y de Sanidad, del Sistema Nacional de Salud (SNS), de las comunidades autónomas y de todos sus centros. Además, es el eje principal que ha colaborado en las actividades que han desarrollado los diferentes centros de investigación en la lucha contra la SARS-CoV-2.

Detección de casos

El Centro Nacional de Microbiología (CNM) del ISCIII puso en marcha el operativo COVID-19 para atender las diferentes demandas derivadas de la COVID-19.

Supone un gran apoyo para los centros del SNS y las CC.AA y es un claro ejemplo de coordinación. Cuando aparecieron los primeros contagios, el CNM reorganizó sus 13 laboratorios en un único gran laboratorio funcionando en red. Posteriormente, se fue adecuando a las necesidades que surgían, incorporando nuevos profesionales en función de las exigencias de la pandemia.

Una de sus tareas principales fue la puesta en marcha de las técicas de detección necesarias para el diagnóstico de los casos (técnicas basadas en reacciones de PCR), siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del ECDC (European Centers for Disease Control and Prevention) y adaptándolas a las necesidades del SNS. Así, el CNM ha pasado de ser el laboratorio que confirmaba el diagnóstico, a servir de descarga en el diagnóstico primario de los hospitales con mayor demanda.

Notificación de casos

Por su parte, el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del ISCIII desempeña otra importante función para controlar la pandemia al coordinar la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), el sistema nacional de notificación de los casos de COVID-19. De este modo, el CNE elabora los informes COVID-19, entre ellos, los que describen los casos confirmados de coronavirus. Estos documentos recogen el análisis de los casos notificados a la RENAVE y se actualizan de forma periódica.

También realiza informes del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), que recogen las defunciones totales notificadas por los Registros Civiles a través del INE. Estos fallecimientos no están desagregados por causas, por lo que pueden deberse a causas directas o indirectas de la epidemia.

Asimismo, el CNE ha coordinado estudios como el ENE-COVID-19, en el que se mostró que el 5 por ciento de la población española tenía anticuerpos (resultados del 6 de julio).

Vacunas y test

Otro de los centros de investigación destacados es el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su papel es fundamental. Entre los proyectos que está llevando a cabo, destacan el desarrollo de dos candidatos a vacuna. Uno de los proyectos está liderado por los investigadores Luis Enjuanes e Isabel Sola; el otro proyecto, por Mariano Esteban y Juan García Arriaza.

Además, el pasado mes de julio, el CSIC anunció el logro de un test de anticuerpos que detecta la inmunidad frente a la COVID-19 con más del 98 por ciento de fiabilidad. El test fue desarrollado por cuatro grupos de investigación del CNB y en los estudios de fiabilidad colaboraron dos hospitales madrileños.

Para poder desarrollar los proyectos en el CNB, el Estado financió en el mes de marzo al CSIC con 4,45 millones de euros. Esta ayuda formó parte de las medidas urgentes extraordinarias del Gobierno para hacer frente al impacto económico y social de la COVID-19.

Además, el CNB consiguió 750.000 euros de la convocatoria de ayudas del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) para el proyecto de vacuna de Mariano Esteban y Juan García Arriaza. También ha recibido un importante apoyo monetario por parte de donaciones privadas, que han supuesto un total de 1.843.311 euros.

Inversión en ciencia

Mientras España invierte en I+D el 1,2 por ciento del PIB, la media europea está en el 2,1 por ciento. Sin embargo, un dato esperanzador, según el Gobierno socialista, es que el gasto en I+D del sector privado está creciendo por encima del crecimiento económico general. Además, en los últimos meses se han producido ligeros incrementos de recursos.

Para revertir la situación, el presidente Pedro Sánchez presentó un Plan de Choque para la ciencia el pasado mes de julio. Las medidas que incluye giran en torno a la investigación e innovación en salud, transformación del sistema de ciencia y atracción de talento, e impulso a la I+D+i empresarial y la industria de la ciencia. Contempla un importe de 1.056 millones de euros. El Ministerio de Ciencia afirma que trabajará por que en los próximos presupuestos, el incremento en ciencia e innovación sea una realidad.


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