Una inversión de más de 110 millones de euros es la última aprobación de la Comisión Europea en los proyectos del programa LIFE, la herramienta que funciona desde 1992 para proteger el cuidado del medioambiente y del clima en la UE. Los proyectos de esta convocatoria contribuyen a la recuperación ecológica tras la pandemia de la COVID-19 y apoyan los objetivos establecidos en el Pacto Verde Europeo.

Los proyectos aprobados en esta ocasión han sido seleccionados tras una convocatoria de propuestas que se hizo en 2020. Chequia, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Letonia, Lituania, Países Bajos y Polonia son los once países de la UE donde se ‘inyectarán’ estas inversiones.

Uno de los objetivos de estas financiaciones de la UE es lograr la neutralidad climática y que esta tenga contaminación CERO de aquí a 2050, en línea con el Pacto Verde Europeo, en el marco de la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030 y el Plan de Acción de la UE para la Economía Circular.

Desde las instituciones europeas esperan que estos proyectos atraigan más de 10.000 millones de euros de fondos complementarios. Estos “supondrán una verdadera diferencia en la práctica de recursos”.

LIFE, una oportunidad

Según el vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, el programa LIFE sirve para prestar apoyo directo a proyectos de toda la UE y permite restaurar la naturaleza a regiones y países enteros.

No tenemos tiempo que perder cuando se trata de las crisis climática, de biodiversidad y de contaminación. La naturaleza es nuestro mayor aliado y debemos cuidarla para que nos pueda cuidar ella. Enhorabuena a cada uno de los proyectos seleccionados”

Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo

Por su parte, Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, considera que los proyectos integrados del Programa LIFE son una de las principales herramientas para hacer realidad la transición ecológica mediante la introducción de cambios concretos en la práctica.

“Mediante estos proyectos, los Estados miembros pueden ecologizar sus economías, recuperar la naturaleza y la biodiversidad y mejorar su resiliencia. Estoy deseando ver los beneficios de esta inversión en los once países y más allá de sus fronteras”

Virginijus Sinkevičius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca

Objetivos de conservación

Los proyectos escogidos por la UE tienen determinados objetivos a cumplir. El primero de ellos es un proyecto en Francia que persigue la conservación de la naturaleza, introduciendo medidas para detener e invertir el declive de la biodiversidad en la región del Gran Este mediante la creación de tres zonas forestales piloto, por ejemplo. Otro proyecto mitigará los efectos adversos de las actividades humanas que amenazan la biodiversidad marina y costera de Finlandia y mejorará la gestión de la red nacional de zonas marinas protegidas. Estos proyectos contribuirán a la aplicación de la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030.

Respecto a la calidad del aire, un proyecto en Polonia aplicará medidas para mejorar la calidad global del aire en la región de Silesia, que tiene una de las atmósferas más contaminadas de Europa, sustituyendo los pequeños aparatos de calefacción doméstica alimentados por combustibles sólidos por alternativas menos contaminantes. Este proyecto sigue el objetivo de ‘Aire Limpio’ y contribuye a los objetivos de la UE para 2030 en materia de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y al plan de acción «Contaminación Cero».

En Chipre, un proyecto tendrá por objeto mejorar la infraestructura y los sistemas de recogida de residuos reciclables y biodegradables. En Letonia, se mejorará la recogida selectiva de residuos y la reutilización de los residuos municipales. Por su parte, en Dinamarca, un proyecto trabajará en la prevención de residuos y en la creación de una mejor normativa en materia de residuos. Eslovenia será el país donde un proyecto perseguirá alcanzar un mayor porcentaje de reciclado de residuos no peligrosos de la construcción y la demolición, entre otras medidas. En total, cuatro proyectos se centrarán en la prevención de residuos y la recuperación de recursos, contribuyendo así a los objetivos del Plan de Acción de la UE para la Economía Circular y de la Directiva marco sobre residuos.

Cambio climático y medidas

Respecto a la mitigación del cambio climático, la financiación LIFE ayudará a Lituania a alcanzar los objetivos establecidos en su plan nacional de energía y clima (PNIEC), tales como edificios más eficientes, movilidad respetuosa con el clima, una industria que ahorre energía y una mayor contratación pública ecológica. En Estonia, se crearán varias herramientas y soluciones para la renovación en profundidad de una serie de edificios en tres ciudades, que podrán emplearse luego en el resto de Estonia y otros Estados miembros, y apoyar la Estrategia de la UE «Oleada de renovación»

En los Países Bajos, la financiación de LIFE contribuirá a estimular la adaptación al cambio climático en varios sectores, por ejemplo, gestión del agua, infraestructuras, agricultura, naturaleza, salud y ordenación territorial y urbana. Un proyecto en la región checa de Moravia-Silesia aumentará la resiliencia de la región frente al cambio climático, mejorará la calidad del medio ambiente para los habitantes y apoyará el desarrollo sostenible. Ambos proyectos se enmarcan en los objetivos de la estrategia de adaptación de la UE.


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