El Parlamento Europeo y el Consejo han llegado este martes a un acuerdo sobre el esperado Reglamento de evaluación de tecnologías sanitarias (ETS), aunque ambas instituciones deberán adoptarlo formalmente antes de que pueda entrar en vigor.
La Comisión Europea ha acogido con satisfacción este esperado acuerdo político. Y es que la Comisión presentó la iniciativa legislativa del Reglamento sobre evaluación de tecnologías sanitarias el pasado 31 de enero de 2018. Aunque el Parlamento cerró su primera lectura en febrero de 2019, los debates en el Consejo han sido todo un desafío. Sin embargo, la Presidencia portuguesa logró seguir adelante con la adopción del expediente.
“Me complace mucho que el Parlamento Europeo y el Consejo hayan alcanzado un acuerdo político largamente esperado sobre el Reglamento de evaluación de tecnologías sanitarias“, ha señalado Stella Kyriakides, comisaria de Salud de la UE. “El Reglamento será un importante paso adelante para permitir evaluaciones científicas conjuntas de tratamientos y dispositivos médicos prometedores a nivel de la UE. Espero una rápida adopción por parte de ambas instituciones en los próximos meses”, ha instado.
Contribución a la Estrategia Farmacéutica
Tanto los co-legisladores como la Comisión han mostrado un fuerte compromiso para lograr la adopción de este Reglamento que contribuirá con la Estrategia Farmacéutica Europea en términos de apoyar la innovación, abordar las necesidades médicas no cubiertas y facilitar el acceso de los pacientes a medicamentos innovadores.
“El nuevo Reglamento será crucial para los objetivos de la Estrategia Farmacéutica de la UE y el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, en particular cuando se trata de facilitar el acceso a medicamentos innovadores y abordar las necesidades médicas insatisfechas con importantes beneficios para los pacientes de toda la UE”, ha asegurado Kyriakides. “Tener un sistema sólido de ETS en su lugar es clave para una Unión Europea de la Salud fuerte”, ha añadido.
Beneficios del nuevo Reglamento
Según la Comisión, este Reglamento mejorará la disponibilidad de tecnologías sanitarias innovadoras (como medicamentos innovadores y determinados dispositivos médicos para los pacientes de la Unión Europea), garantizará un uso eficiente de los recursos y reforzará la calidad de la ETS en toda la UE. Asimismo, facilitará la previsibilidad empresarial, reducirá la duplicación de esfuerzos para los organismos y la industria de ETS y garantizará la sostenibilidad a largo plazo de la cooperación en ETS de la UE.
El Reglamento sustituirá al actual sistema de cooperación basada en proyectos financiados por la UE entre los Estados miembro sobre evaluación de tecnologías sanitarias por un marco permanente para el trabajo conjunto. El nuevo marco también abarcará, además de trabajar en evaluaciones clínicas conjuntas, consultas científicas conjuntas, la identificación de tecnologías sanitarias emergentes y la cooperación voluntaria.
“Estas evaluaciones científicas de alta calidad ayudarán a los Estados miembro a tomar decisiones más oportunas y basadas en pruebas sobre el acceso de los pacientes a sus sistemas sanitarios”, ha argumentado Kyriakides.
El Reglamento no afecta a la responsabilidad actual de los Estados miembro en la gestión de sus servicios sanitarios, incluidos los precios y el reembolso.