C.M.L. Madrid | viernes, 11 de noviembre de 2016 h |

Los expertos son conscientes de que el aumento de la prevalencia de la diabetes mellitus (DM) en los últimos años es prevenible, como también lo son sus complicaciones. Sólo en España afecta a más de seis millones de personas y su incidencia crecerá en los próximos años hasta convertirse, según la OMS, en la séptima causa de muerte en 2030.

El gran reto del sistema sanitario es el abordaje de esta enfermedad crónica. Una gestión más eficiente permitirá mejorar los resultados de salud aumentando la autonomía del paciente ofreciéndole las educación y las herramientas que le permitan una mejor autogestión de su enfermedad. En este sentido, la implementación de modelos asistenciales orientados a resultados, a través de la colaboración público-privada y donde la asunción del riesgo sea compartida, es la base para lograr un sistema más sostenible y perdurable, que mejorará al mismo tiempo la calidad en la atención a los pacientes y los resultados.

En este contexto, las plataformas digitales para el seguimiento de las personas con diabetes juegan un papel fundamental, y los pasos hacia la gestión integral de la DM son evidentes, tal y como explica Mercedes Galindo, enfermera especialista en diabetes del Hospital Clínico San Carlos. “Los pacientes participan en la decisión de su tratamiento y es fundamental, sobre todo en enfermedades crónicas”, comenta la experta.

La educación terapéutica permite a las personas tener una participación “más activa y se interesan más por su enfermedad y su evolución”. A su juicio, cada vez se está más cerca de esa gestión integral, “es hacia donde caminamos y donde estamos incidiendo”.

Los profesionales han asumido este trabajo educativo como una competencia básica y fundamental dentro de su ámbito laboral. La educación proporciona a la persona con diabetes no solo la mejora de su control, sino aprender a convivir con la diabetes y a saber gestionar su día a día, según sus necesidades y expectativas. La educación terapéutica fortalece a la persona. Cada centro, ha ido ajustando sus horarios, para adaptar de la forma más óptima, los programas educativos a su realidad. Podríamos por tanto decir, que la educación terapéutica revierte además de en un mejor control metabólico, en la posibilidad de mejorar la calidad de vida, al hacer a la persona más independiente y más adherente en su autocuidado. “Se trata de establecer una relación con la persona con diabetes, enseñándole a convivir con su patología al trasladarle conocimientos y habilidades”.

Gracias a las herramientas de educación online, además, consigue una individualización del abordaje asistencial.

En cuanto a las ventajas para el tratamiento, Galindo tiene claro que la tecnología está siendo de gran ayuda para la optimización del control glucémico. A día de hoy un paciente puede compartir información con su equipo terapéutico. Con ese registro automático, los profesionales, a su vez, son capaces de monitorizar de un modo mas eficaz al paciente.

Además, ya es posible hablar de reducción de las visitas no programadas, detección anticipada de problemas potencialmente graves y mejora del control glucémico. Se consigue una optimización de los recursos que redunda en la reducción de los costes indirectos de la enfermedad. “El profesional obtiene los datos en tiempo real, y los pacientes son monitorizados a través de un soporte continuado”, asegura Galindo.

Experiencia

El Hospital Clínico San Carlos cuenta con gran experiencia en el campo de la telemedicina. Como indica Mercedes Galindo, el centro empezó con varios estudios piloto, como un trabajo sobre un sistema de telemedicina basado en internet y mensajes cortos como una nueva aproximación en el seguimiento de pacientes con diabetes gestacional o el estudio Telemed, para medir la eficiencia de la telemedicina para optimizar el control metabólico en pacientes con diabetes tipo 1.

Con ambos se trataba de evaluar la utilidad y rentabilidad económica y personal, hasta que evidenciaron la eficacia de estos sistemas de ayuda a la toma de decisión en el seguimiento de la persona. Tras ocho años utilizando estas herramientas, Galindo comenta que forma parte de la rutina habitual en consulta, sin embargo, “haría falta dedicar más tiempo a estos espacios”.

En algunas de estas plataformas, como son emminens econecta de Roche Diabetes Care Spain, cada paciente se descarga los datos de la bomba de insulina y el glucómetro y puede compartirlos con su equipo terapéutico. “Esta herramienta permite un seguimiento más próximo y continuado a través de visitas virtuales”, indica la enfermera, al tiempo que afirma que profesional y paciente disponen de información fácil de interpretar y fiable para ajustar la terapia eficazmente.

El paciente

Laura Lorenzo padece DM1 desde hace 20 años. Asegura que las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías en el campo de la diabetes son enormes, entre ellas, la autonomía del paciente. “El contacto directo con la enfermera es continuo, además permite hacerlo sin necesidad de desplazarse, lo que supone un ahorro de tiempo”. Su experiencia es muy positiva, ya que estas herramientas son fáciles en el uso y muy intuitivas. La gran cantidad de datos que ofrecen para el paciente son, a juicio de Lorenzo, claves, al permitir medir, analizar y evaluar el estado de la patología. “Una ayuda en la decisión del tratamiento”, explica, al tiempo que incide en que la motivación por la mejoría de la enfermedad también es importante.

Con todo, el futuro está enfocado en el desarrollo de este tipo de herramientas. “Se está avanzando mucho más en todo lo que es una tecnología de comunicación más rápida y más inmediata”, apunta Galindo, al tiempo que matiza que no significa despersonalizar la relación entre profesional y paciente, sino todo lo contrario, “se afianza mucho más, al existir más contacto y empatía”.


El gran reto del sistema sanitario es una conseguir una gestión eficiente de las patologías



La telemedicina ofrece grandes posibilidades, no sólo a nivel asistencial, también en la calidad de vida