El nuevo Sistema de Vigilancia Nacional de Resistencia a los Antimicrobianos ha sentado sus bases con la publicación de un documento impulsado por el grupo de trabajo del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN). El objetivo de este informe es desarrollar un sistema “que contribuya a conocer la situación nacional de la resistencia y reduzca el impacto de este problema en España”, según un comunicado de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).

La adquisición de resistencias a los antimicrobianos por parte de un gran número de agentes infecciosos, ya sean bacterias, virus, hongos o parásitos, supone una creciente amenaza para la Salud Pública. Por lo que, este informe llega tras la aprobación, el pasado 30 de junio, al nuevo sistema nacional de vigilancia por parte del Consejo Interterritorial (CISNS). Esta decisión fue tomada para contribuir a la disminución de la morbilidad y mortalidad debida a infecciones causadas por patógenos resistentes y a la prevención de la selección de patógenos resistentes y multirresistentes.

De esta forma, la situación de España respecto a la resistencia a los antibióticos podrá ser actualizada para detectar mejoras de prevención y control del problema.

La vigilancia nacional de las resistencias se integrará en la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), donde ya se incluían las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS) producidas por bacterias resistentes y, a partir de ahora, se añadirán los datos de resistencias bacterianas.

En esta tarea participarán el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad, como coordinador de RENAVE, y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), a través del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Centro Nacional de Microbiología (CNM).

Uso de indicadores nacionales e internacionales

El motivo de este avance es que, hasta ahora, la vigilancia de resistencias bacterianas en España no se desarrollaba a través de un sistema global unificado, sino a través de la notificación de resistencias de microorganismos específicos como parte de la vigilancia obligatoria de algunas enfermedades que están integradas en RENAVE. Por otro lado, las redes europeas también ayudaban en este sentido. Ahora, el Ministerio de Sanidad trabaja en el desarrollo de un nuevo Real Decreto (RD) que permitirá la creación de una nueva Red Nacional de Vigilancia en Salud Pública, que permitirá recoger datos en el ámbito nacional.

Para ello, utilizará indicadores comunes y homogéneos que serán comparables entre las Comunidades Autónomas y con el resto de los países de la UE. En el desarrollo de esta vigilancia, laboratorios de microbiología públicos y privados participarán en los procesos que podrán ser individualizados según los microorganismos seleccionados.

Todo ello servirá para recopilar información de todos los casos que sean objeto de vigilancia nacional aislados durante todo el año.

Coordinado por CCAES y PRAN, el grupo de trabajo que ha sentado las bases de este sistema ha contado con la participación activa de representantes de las Comunidades Autónomas en las áreas de Vigilancia Epidemiológica, Salud Pública y Microbiología. El documento marco elaborado por todos estos expertos se añade al de la Red de Laboratorios para la Vigilancia de los Microorganismos Resistentes, creada para dar apoyo a este nuevo sistema.


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