C.M.L. Madrid | viernes, 11 de enero de 2019 h |

A pesar de las promesas que ofrece la salud digital, la medicina y la atención sanitaria se enfrentan a numerosos obstáculos. Un informe de la Universidad de California y GE Healthcare, enumera los desafíos que debe superar este nuevo contexto que poco a poco se va abriendo paso en los sistemas sanitarios.

En primer lugar los autores de este trabajo explican que el escepticismo del propio sector está condicionando su desarrollo. Todo ello se suma al propio temor entre los proveedores de esta tecnología a que una aplicación o un algoritmo tenga una caducidad.

Las cuestiones legales y reglamentarias también forman parte de los desafíos. En un futuro, las agencias reguladoras serán parte activa en el uso de la inteligencia artificial, “especialmente si se utilizan las tecnologías para conducir diagnósticos y tratamientos”.

No se puede pasar por alto la privacidad del paciente, la propiedad de los datos médicos e incluso la mala praxis. “Por ejemplo, si la máquina toma la decisión equivocada y se daña a un paciente, ¿quién tiene la culpa?”.

En materia de seguridad, este trabajo pone sobre la mesa los ataques masivos contra entidades de atención sanitaria que se han llevado a cabo en Estados Unidos. Es el caso de Anthem con más de 80 millones de registros pirateados, y el UCLA Health System, con 4,5 millones de registros. Otros hospitales también han tenido sus sistemas secuestrados para obtener rescate, lo que obligó a que muchos hospitales tuvieran que regresar al sistema basado en papel.

Además, hay que tener en cuenta el intercambio de datos. El análisis avanzado de toda la información requiere de un acceso a los datos entre organizaciones, países o regiones. “Dadas las complejidades técnicas, regulatorias, legales, de privacidad o culturales, convencer a los sistemas más tradicionales de salud para compartir información representa un obstáculo importante”.

Por otra parte, los incentivos también forma parte de este nuevo escenario. Dado la eficiencia y la calidad que supone para el paciente el uso de esta nueva tecnología, así como la reducción de costes, se debe compensar por su adquisición y uso, sobre todo, dada la importante inversión que requiere. “Cómo se reembolsará una máquina o un servicio inteligente que de soporte clínico en tiempo real y que permita seleccionar el tratamiento correcto”. De este modo, la falta de claridad en torno a los modelos de pago y su futura reformulación continuarán desafiando el desarrollo y la sostenibilidad de las compañías de salud digital.