Por tercera vez en 20 meses, la Ley de Eutanasia será tenida en consideración en el Congreso de los Diputados. El día marcado en el calendario es este martes 11 de febrero; una fecha en la que la norma propuesta por el PSOE regresará con la voluntad de ser respaldada, esta vez sí, de manera definitiva. Con apenas algún retoque, será prácticamente la misma que la que se quedó a medio camino en abril y septiembre de 2019. Dos precedentes en los que la coyuntura política impidió que esta echara a andar.

Desde junio de 2018 la proposición impulsada por el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se encuentra ‘congelada’. Fue entonces cuando el paradigma cambió para la ley gracias al viraje de la postura de Ciudadanos, que se abstuvo ante norma socialista en la Cámara baja. Ahora, un arco parlamentario más estable que en las dos anteriores legislaturas promete un avance a este respecto, pues en un principio solo PP y Vox pondrían en contra el voto de sus 140 diputados.

En líneas generales, el texto contempla la despenalización de la eutanasia, que pasaría a ser un “nuevo derecho individual”. Sin embargo, refleja a su vez que “han de establecerse garantías para que la decisión de poner fin a la vida se produzca con absoluta libertad, autonomía y conocimiento, protegida, por tanto, de presiones de toda índole”.

Libre decisión profesional

Además, el PSOE propone incorporar esta práctica en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS). La idea así es regular la labor de los médicos ante estos casos, permitiendo que los profesionales que así lo deseen puedan apelar a la “objeción de conciencia del personal sanitario”. Así lo destaca una proposición de ley orgánica que pretende dar así la opción para no realizar dicha práctica a los profesionales.