La práctica inexistencia de cuidados sociosanitarios intermedios en la mayor parte de España está suponiendo un gasto estimado en 884,8 millones de euros, lo que equivale que se están ocupando de forma “inadecuada” unas 4.300 camas en hospitales de agudos.
Así lo ha avisado este jueves el director de Antares Consulting, Joan Barrubés, durante la presentación del informe ‘El reto de los cuidados sociosanitarios intermedios: mapa de recursos y propuestas de futuro’, elaborado por la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), con la colaboración de la Fundación Edad&Vida.
En concreto, tal y como ha explicado el director general de Sanyres, Ramón Berra, estos cuidados son los que se prestan en el momento entre la enfermedad aguda y la generación de discapacidades potencialmente recuperables. Un tipo de cuidados que, por tanto, representan la transición del paciente de un episodio de hospitalización aguda a su domicilio o residencia.
Esta asistencia, que debe durar entre dos y seis semanas, está dirigida a las personas que deberían hacer frente a “innecesarias” largas estancias hospitalarias como, por ejemplo, las personas mayores de 65 años con fractura de cadera y rodilla, insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), demencia, accidente cardiovascular o, incluso, aquellos pacientes oncológicos que necesitan cuidados paliativos.
“Se ha demostrado científicamente que esta atención mejora la satisfacción del paciente; reduce las readmisiones hospitalarias y las visitas a los servicios sanitarios y Urgencias; disminuye la estancia hospitalaria; y, aunque no hay mucha evidencia, parece que mejora la funcionalidad del enfermo, libera recursos en el ámbito hospitalario y mejora la tasa de retorno a domicilio”, ha asegurado Berra.
Ahora bien, pese a estos beneficios, Barrubés ha advertido de que la demanda de los cuidados sociosanitarios intermedios, realizada principalmente por las personas mayores de 65 años, está “insatisfecha” en España y de que, además, se atiende de una forma “inadecuada” debido, en cierta media, a que la oferta no está bien estructurada.
Y es que, prosigue, actualmente por la ausencia de estos cuidados, se está prolongando la estancia de pacientes que podrían recibir el alta en hospitalización de agudos pero que requieren cuidados de enfermería o terapias de rehabilitación; se están dando de alta a los que todavía no han recuperado del todo su capacidad funcional y se ingresan en residencias de larga estancia de carácter privado para poder realizar una terapia de rehabilitación; o se dan de alta para la atención en el domicilio por parte de la familia y de los servicios de Atención Primaria.
Todo ello está provocando que actualmente se estén utilizando “inadecuadamente” 4.321 camas de agudos, el equivalente a 145 unidades de hospitalización de tamaño estándar. Del mismo modo, los expertos han alertado de que la oferta de los cuidados sociosanitarios intermedios se distribuye de forma “asimétrica” entre las diferentes instituciones y comunidades autónomas, es “insuficiente” en número de plazas comparado con Europa y “no es visible” puesto que se confunde con los sistemas de atención a la dependencia.
Con el objetivo de solventar esta situación, el IDIS ha propuesto una serie de medidas como, por ejemplo, realizar un desarrollo normativo de la estrategia de cuidados sociosanitarios intermedios en el que se defina el perfil de los beneficiarios, la cartera de servicios, las bases del modelo asistencial y las necesidades de formación.
Todo ello, tal y como ha informado el director general del IDIS, Manuel Vilches, permitirá garantizar la equidad de los cuidados intermedios para los pacientes en toda España; consolidar la eficacia de estos cuidados; mejorar la adecuación de los cuidados intermedios; orientar el sistema a la realidad epidemiológica; adaptar la formación de profesionales a la realidad de “gran parte” de los pacientes; disminuir las futuras resistencias profesionales ante la cronicidad y el envejecimiento; y disminuir el riesgo de “frustración” profesional ante una relación que “no coincide” con aquello para lo que ha sido formado.
Al mismo tiempo, ha destacado la necesidad de que estos cuidados sean una prioridad en la agenda de política social y sanitaria, ya que hasta ahora sólo se ha centrado en el desarrollo de la red social residencial y de atención a domicilio, en la implantación de la Ley de Dependencia y en la creación de los programas de gestión de la cronicidad.
“No ha sido una prioridad de la política nacional y, por ello, estos cuidados se han originado de forma autónoma en cada comunidad autónoma, lo que explica la aparición de ciertas inequidades cuantitativas y cualitativas y el escaso nivel de desarrollo de este nivel asistencial”, ha enfatizado Vilches.
En este sentido, los expertos del IDIS han asegurado que si esta atención se incluyera en la agenda política se produciría una contención del crecimiento de la hospitalización de agudos; se garantizaría la atención a los mayores pluripatológicos y con dependencias; y existiría la posibilidad de reorientar determinados excedentes de la red de agudos o de la red asistencial.
Otra de las propuestas avanzadas por el director general del IDIS ha sido la creación de un sistema de acreditación de centros que clarifique los roles y responsabilidades porque, así, se podría garantizar la calidad a los pacientes por la definición de estándares de calidad normativos; se visualizaría la oferta sociosanitaria intermedia para el conjunto de pacientes usuarios; y afloraría la necesidad sumergida en recursos sustitutivos “no diseñados” para dicha atención.
Es necesario también realizar un despliegue de la oferta adaptada a las características de las comunidades autónomas, para garantizar la equidad y acceso a los cuidados sociosanitarios intermedios en toda España, aprovechar las capacidades y recursos de cada comunidad y desarrollar una estrategia basada en las necesidades reales y mejorar el posicionamiento de España frente a otros países del entorno europeo con una oferta sociosanitaria “mucho más consolidada”.
Finalmente, desde el IDIS se ha subrayado la importancia de que para garantizar el desarrollo de estos cuidados se cree un sistema de financiación o pago por actividad. Una medida que ayudaría a maximizar la eficiencia en el desarrollo de los cuidados sociosanitarios intermedios y favorecería la financiación de modelos de estos cuidados centrados en las personas y no exclusivamente en tipo de recursos. “Abordar hoy el desarrollo de estos cuidados será una garantía para el conjunto sanitario y social del mañana”, ha zanjado Vilches.