Los centros integrales de tratamiento oncológico y la implicación de la Administración Pública han sido el centro de una de las mesas que han tenido lugar durante el IV Simposio sobre calidad en el campo de la oncología médica, organizado por la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO) en colaboración con la American Society of Clinical Oncology (ASCO).
Este encuentro multidisciplinar ha reunido a expertos de varias partes del mundo para compartir el funcionamiento y creación de estos centros en sus países de origen para mejorar el tratamiento oncológico y la calidad para el paciente.
En esta mesa, llamada “Enfoque de los centros oncológicos integrales europeos”, participaron, como moderadores, Jesús García-Foncillas, vicepresidente de la Fundación ECO y jefe del Servicio de Oncología de la Fundación Jiménez Díaz; y Javier de Castro, miembro de la Junta Directiva de la SEOM y jefe de oncología médica en el Hospital La Paz.
Centros integrales de cáncer en los EE.UU.
El primer participante de la mesa, Mohammad Jahanzeb, especialista en cáncer en el centro oncológico Delray Beach, Florida, explicó la necesidad de la financiación de estos centros integrales de cáncer, para que tengan “instalaciones adecuadas, cosa que es necesaria para la curación del cáncer”. “El todo es más poderoso que la suma de las partes”, afirmó.
Sobre los beneficios de estos centros, Jahanzeb comenzó por los cuidados multidisciplinares que reciben los pacientes, además de nuevas terapias innovadoras. “En Estados Unidos hay aproximadamente 70 centros integrales, todos acreditados”, señaló el especialista.
“Para ser nombrado como centros integrales oncológico debes recibir financiación, tener un comité internacional y un personal cualificado”, indicó, y añadió que aunque no es un “trabajo fácil” ser designado como centro integral, es “lo mejor para que los pacientes reciban cuidados multidisciplinares rápidos”.
Panorama europeo y perspectivas de futuro
Simón Oberst, director de calidad en la Organización de Institutos Europeos del Cáncer (OECI), centró su intervención en la importancia de “seguir creando centros integrales para los pacientes con cáncer”, ya que, según afirmó, “la investigación y el trabajo con pacientes es lo que consigue resultados exitosos”.
En Europa, estos centros se designan de forma diferente a EE.UU. “Damos importancia a la calidad del centro, no al tamaño o a si tiene muchas técnicas innovadoras”, señaló Oberst.
Hay 123 centros integrales en Europa, 62 de los cuales ya están acreditados como tal. “Animamos a los países a presentarse como centros integrales, por ejemplo, a España, que cuenta con un centro oncológico designado por la OECI, aunque no es un centro integral, el Instituto Valenciano de Oncología”, indicó el director de calidad de la OECI. También subrayó que Europa “va a flexibilizarse” en cuanto a los criterios de designación de centros integrales oncológicos.
“Es importante el elemento de la multidisciplinariedad para estos centros”, insistió, y añadió que debería existir “una relación constante con los hospitales locales para dar opciones de acceso a los pacientes para tener fármacos innovadores y de calidad”.
En cuanto a la Administración Pública, Oberst remarcó la necesidad, en España y en cualquier país, de la implicación de esta. “Todos los centros deben trabajar juntos y el gobierno, central y autonómico, debe fomentar esa colaboración”, explicó.
Cuidados de calidad
También participaron otros profesionales, como Santiago Ramón y Cajal, miembro de la Fundación ECO y jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital de la Vall d’Hebron, que aseguró que “están en proceso de acreditación como centro oncológico integral”. “Sabemos que es importante cumplir los estándares y que lo mejor es trabajar en red”, apostilló.
Stephen Grubs, vicepresidente de Asuntos Clínicos en la Sociedad Americana de Oncología Clínica, reafirmó las palabras de Santiago Ramón y Cajal, y remarcó la importancia de “trabajar en red y en contacto continuo”, ya que esto “salva pacientes”. “Crear esta red debe ser prioritario”, concluyó Grubs.
Por último, Santiago Ponce, del Instituto Gustavo Roussy, en París, Francia, quiso exponer la dificultad de España de acreditar a sus centros. “No hay ninguna forma objetiva o criterio para designarlo”, afirmó.
Respecto a esto último, Oberst remarcó que por ello es importante la implicación de las comunidades autónomas. “Todos los centros deben trabajar juntos y los gobiernos deben apoyar esta colaboración”, concluyó.