El Global Madrid | lunes, 16 de septiembre de 2019 h |

Crear un registro de tumores de pacientes tratados con inmunoterapia o apostar por establecer centros de referencia para biomarcadores son solo algunos de los objetivos que se marca la nueva Hoja de Ruta en Inmunoterapia aplicada a la Oncología en España: Horizonte 2022. Una iniciativa puesta en marcha por la Fundación ECO, con la colaboración de Roche y la consultora Omakase Consulting. Se trata de un documento que recoge las líneas estratégicas que oncólogos, farmacéuticos de hospital, enfermería oncológica y representantes de pacientes han trazado para contribuir a la equidad en el acceso a esta innovación.

“Con este plan queremos poner de manifiesto la situación actual y las barreras asociadas a la inmunoterapia aplicada a la oncología y proponer iniciativas factibles que puedan mejorar la calidad del servicio prestado al paciente oncológico”, ha explicado este martes, durante la presentación de la iniciativa el presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem, quien ha considerado que esta nueva hoja de ruta “puede integrarse en estrategias o planes de salud con el objetivo de abordar, en términos de política en salud, problemas habituales que afectan a los pacientes con cáncer, profesionales sanitarios, decisores y gestores”.

Aumentar la tasa de respuesta a la inmunoterapia es uno de los principales retos para los expertos, pues, a pesar de los avances realizados en los últimos años, “actualmente la tasa de respuesta a tratamientos inmunoterapéuticos es de alrededor del 30 por ciento de los pacientes”, ha apuntado Carlos Camps, director de Proyectos Científicos de la Fundación ECO.

Otro de los objetivos principales con esta iniciativa es el de la medición de resultados para conocer el valor real que aportan estos tratamientos. “El principal desafío para la incoporación de la inmunoterapia en la práctica clínica reside en determinar el valor aportado a diferentes niveles: clínico, calidad de vida relacionada con la salud y económico”, ha señalado Beatriz Perales, Head of Market Access Strategy and Government Affairs de Roche. Por este motivo, los expertos proponen crear un registro de pacientes tratados con esta terapia para poder conocer los resultados y el uso de recursos. “Un registro de tumores puede darnos claves respecto al gasto de recursos, los resultados de efectividad y seguridad e incluso datos de salud percibidos por el propio paciente; esto ayudaría a reducir la incertidumbre, mejorar los resultados clínicos y a la calidad de vida de los pacientes”, ha apuntado Alicia Gil, CEO de Omakase Consulting.

La medición de los tiempos de supervivencia es otro de los objetivos marcados. “Esta es la medida más importante del impacto del tratamiento que, junto al análisis de la toxicidad nos permitirá medir los resultados en salud tan importantes a la hora de tomar decisiones, para lo que hace falta no solo unos sistemas de información integrados y la implicación del personal hospitalario sino también voluntad política”, ha señalado Camps. En este sentido, la hoja de ruta propone crear centros de referencia de biomarcadores, que asegure la eficacia y la calidad de administración de estos tratamientos.

La definición del proceso oncológico y el equipo multidisciplinar, redefinir el funcionamiento de los comités de tumores, lograr la equidad en el acceso a una asistencia de calidad y el pago por valor, son otros de los objetivos planteados por los expertos en este nuevo mapa a futuro de la inmunoterapia en España.