La Food and Drug Administration (FDA) se posiciona en contra de la clasificación de aspartamo como posible cancerígeno. La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) y el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la FAO y la OMS (Jecfa) publicaron el pasado viernes sus evaluaciones sobre la seguridad del consumo de aspartamo. Mientras que la IARC, basándose en ‘pruebas limitadas’ en experimentación, lo incluyó dentro de la clasificación del Grupo 2B como posible carcinógeno para los humanos (específicamente, para el carcinoma hepatocelular, que es un tipo de cáncer de hígado), la Jecfa mantuvo la ingesta diaria aceptable (IDA) de 40 mg/kg de peso corporal y reafirma que es seguro si se consume dentro de ese límite.

El organismo regulador americano no está de acuerdo con la conclusión de los estudios de la IARC que apoyan la clasificación del aspartamo como posible carcinógeno para los seres humanos. El motivo es que los científicos de la FDA revisaron la información científica incluida en la revisión de la IARC en 2021 e identificaron deficiencias significativas. Por tanto, afirman que el hecho de que el aspartamo esté etiquetado por la IARC como posiblemente cancerígeno para los seres humanos no significa que esté realmente relacionado con el cáncer. A su vez, recalcan que la Jecfa no planteó problemas de seguridad para el aspartamo en los niveles actuales de consumo y no modificó la Ingesta Diaria Admisible (IDA).

“El aspartamo es uno de los aditivos alimentarios más estudiados en la alimentación humana. Los científicos de la FDA no ven problemas de seguridad cuando se utiliza en las condiciones aprobadas. El edulcorante está aprobado en muchos países y las autoridades reguladoras y científicas que lo han evaluado lo consideran seguro en los niveles de uso permitidos actualmente”, afirma la FDA a través de un comunicado.

La FDA sigue supervisando de diversas formas los últimos avances científicos disponibles sobre los edulcorantes. Para ello, sus científicos reevalúan los datos sobre la exposición y la seguridad de un edulcorante cada vez que la agencia presenta una petición de aditivo alimentario o una notificación GRAS para ese edulcorante. “También nos mantenemos al corriente de la bibliografía publicada y del nivel actual de exposición de los consumidores, y participamos en actividades científicas y normativas internacionales relacionadas con la seguridad de los ingredientes alimentario”, recalca. Del mismo modo, sostiene que algunos consumidores pueden recurrir a productos con aspartamo y otros edulcorantes para reducir su consumo de azúcar. “Seguiremos proporcionando información fiable y con base científica sobre el aspartamo y otros edulcorantes en para ayudar a los consumidores a tomar decisiones”, añade.

Clasificación 2B

El aspartamo es uno de los edulcorantes más utilizados y populares en el mundo como posible sustituto de los azúcares libres. Se encuentra presente en una gran cantidad de bebidas y alimentos y posee un poder endulzante aproximadamente 200 veces superior al del azúcar. Es el resultado de la combinación de dos aminoácidos, ácido aspártico y fenilalanina. Esta molécula se autorizó en Europa como aditivo alimentario en los años 80 tras el examen de múltiples estudios en animales y clínicos que evaluaron su seguridad.

El Grupo 2B es el tercer nivel más alto de cuatro niveles, y generalmente se usa cuando hay evidencia limitada, pero no convincente, de cáncer en humanos o evidencia convincente de cáncer en animales de experimentación, pero no en ambos. En la misma categoría en la que se ha incluido al aspartamo se encuentran el aloe vera, los polvos de taco, el café, la gasolina o el trabajo en industria textil, en imprenta, de carpintero o de bombero.


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