Es indudable que la salud mental se ha convertido en una prioridad a nivel mundial. La necesidad de atajar esta “pandemia silenciosa” se ha incrementado tras las consecuencias derivadas de otra pandemia: la COVID-19. Y los expertos consideran que este interés actual de la población por la salud mental se trata de una “oportunidad” que no hay que dejar pasar.
Precisamente, la Oficina del Parlamento Europeo en España ha organizado el seminario ‘¿Cómo protege la UE la salud mental?’ para abordar las medidas que se están tomando en este ámbito desde las instituciones europeas. Y es que el Parlamento Europeo reclama medidas urgentes, ambiciosas y coordinadas para proteger la salud mental de los ciudadanos europeos, haciendo hincapié en la necesidad de una Estrategia Europea de Salud Mental.
Pero para resolver la cuestión planteada, se debe poner el foco en el problema de fondo de la salud mental: la falta de medidas preventivas. Así lo ha puesto de manifiesto Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, durante en el encuentro. “No solo actuar cuando las cosas han ido mal y cuando ya tenemos a personas con trastornos mentales crónicos graves, ingresados en el hospital, sino prevenir que esto suceda“, ha destacado.
Arango ha señalado que las décadas de investigación clínica, psicosocial y epidemiológica han permitido conocer ahora “mejor que nunca” los factores de riesgo y los factores protectores. “Sin embargo, eso no se ha convertido en algo fundamental y que sucede en otras áreas de la medicina de forma regular: hay numerosos estudios sobre cómo prevenir el infarto de miocardio, el cáncer de mama, la diabetes… pero no de cómo prevenir el autismo, la esquizofrenia, la depresión o el suicidio. Y se pueden prevenir, pero no hay medidas de salud pública mental como hay en otras áreas de la medicina“, ha lamentado el psiquiatra.
“No hay medidas de salud pública mental como hay en otras áreas de la medicina”
Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Por su parte, Rosa Baños, catedrática de Psicopatología de la Universidad de Valencia, ha apuntado a la necesidad de “repensar todo nuestro sistema de salud y específicamente nuestro sistema de salud mental, porque está claro que con el sistema que tenemos no hemos llegado, no estamos llegando y no llegaremos”.
La catedrática ha afirmado que, en la actualidad, existen tratamientos e intervenciones basadas en la evidencia, eficaces, eficientes y coste-efectivos para la gran mayoría de los trastornos mentales y para muchos problemas de salud mental que no son trastornos mentales. Sin embargo, Baños ha resaltado que el 60 por ciento de las personas no recibe esos tratamientos. “Y del 40 por ciento restante que recibe algún tipo de intervención, la gran mayoría no está recibiendo un tratamiento adecuado”, ha añadido.
“El 60% de personas no recibe tratamientos de salud mental. Y el 40% restante no recibe el tratamiento adecuado”
Rosa Baños, catedrática de Psicopatología de la Universidad de Valencia
La lucha por la salud mental en Europa
En Europa se está generando un gran debate en torno a la salud mental. Los eurodiputados aprobaron una resolución el pasado 5 de julio en la que señalan que la salud mental no se trata como una prioridad como sí se hace con la salud física y demanda a las instituciones europeas y a todos los Estados miembro que emprendan acciones para proteger la salud mental en el mundo laboral digital, el impacto de la pandemia en los jóvenes y la necesidad de una acción común en materia de cuidados. Asimismo, Stella Kyriakides, comisaria de Salud de la UE, y varios eurodiputados, intervinieron de nuevo en la Eurocámara el pasado 18 de octubre para reclamar medidas urgentes. Entre esos eurodiputados se encontraban Dolors Montserrat, del PPE, y Estrella Durá, de S&D, quienes pidieron, una vez más, una Estrategia Europea de Salud Mental.
“Queremos una Estrategia Europea para la Salud Mental, al igual que tenemos un Plan Europeo contra el Cáncer, para tener protocolos iguales para todos y así reducir brechas de acceso“, ha instado Montserrat.
Tal y como ha recordado la eurodiputada del PPE, Europa no tenía competencias en salud, solo tenía competencias transfronterizas. Y la pandemia de COVID-19 ha dejado una crisis “de triple dimensión”: sanitaria (por la tensión de los sistemas nacionales de salud, que “no han sido lo suficientemente capaces de continuar atendiendo enfermedades crónicas”), económica y social. Algo que también afecta a la salud mental. “Lo que queremos desde la UE es armonizar, coordinar y liderar con los Estados miembro toda la política de salud pública de la UE y por ello hemos creado la UE para la Salud”, ha apuntado Montserrat. “Por tanto, lo mismo que hemos conseguido en salud y en cáncer, lo queremos para salud mental“, ha concluido.
Según Montserrat, Europa está “decidida” a trabajar en el apoyo a todas las enfermedades de salud mental. Algo en lo que coincide Estrella Durá, quien ha indicado que el Parlamento está “abierto” a ayudar a la Comisión Europea a diseñar esa Estrategia Europea de Salud Mental.
Al igual que Montserrat, Durá ha puesto de manifiesto esa barrera con la que se encontraban siempre: que las políticas de salud no eran competencia de la UE, sino de cada Estado miembro. Por ello, “creímos que deberíamos colaborar en un marco común europeo”, ha señalado la eurodiputada de S&D. “La pandemia nos lo ha facilitado, la guerra de Ucrania lo ha hecho más necesario todavía y la semana pasada, la comisaria Kyriakides anunció que se presentará antes del verano de 2033 un enfoque integral de salud mental“, ha asegurado.
“Espero que esta estrategia incluya recomendaciones, porque con ello podemos pedir a los Estados miembro que caminen hacia una convergencia al alza. El número de profesionales de psiquiatría o psicología por 100.000 habitantes depende mucho de cada país. Si se hacen recomendaciones a los países respecto al número de profesionales que deberían tener, estaríamos dando un paso muy importante”, ha aseverado Durá. Además, ha recalcado que sí hay campos donde la UE tiene competencias y puede legislar: en salud y seguridad laboral.

La salud mental en la infancia y la adolescencia
Finalmente, Diana Díaz, directora de la línea de ayudas de la Fundación ANAR, se ha centrado en los problemas de salud mental que atañen a niños y adolescentes. Y la forma que tiene la Fundación ANAR para detectar las situaciones de riesgo en menores son las líneas de ayuda. “Los recursos están desbordados, pero es importante que la población conozca los recursos existentes y que los menores puedan conocer las líneas de ayuda”, ha indicado Díaz.
“Solo en 2021, hemos atendido 251.118 peticiones de ayuda en ANAR y hemos atendido 16.442 casos de riesgo. De esta última cifra, el 32,5 por ciento de peticiones de niños y adolescentes hacen referencia a temas relacionados con salud mental en toda su dimensión”, ha explicado. Asimismo, ha apuntado que en 2021 han aumentado los problemas relacionados con ansiedad y depresión un 31,5 por ciento, los trastornos de alimentación un 154,7 por ciento, el incremento de adicciones un 41 por ciento o las consultas de duelo por la pérdida de un ser querido un 138,9 por ciento.
“Según una encuesta, solo el 2 por ciento de jóvenes europeos dice que recurriría a un proveedor de servicios cuando se siente mal”, ha agregado Dolors Montserrat. Por ello, ha hecho hincapié en la importancia de evitar el estigma. “Hay muchas barreras ambientales, pero también mentales que nos imponemos nosotros mismos”, ha concluido.