A pesar de que la investigación en el campo de la oncología sigue creciendo, la falta de financiación pública adecuada para la I+D junto con algunas trabas burocráticas y la falta de empresas de capital de riesgo dificultan la innovación y él traslados de los avances a los pacientes. Así se ha puesto de manifiesto con motivo del Día de la Innovación en Cáncer, donde SEOM y Aseica han advertido de estos problemas.
Xosé Bustelo, presidente de Aseica, y Ruth Vera, presidenta de SEOM, han hecho hincapié en la necesidad de impulsar la innovación en Cáncer. Las diferencias entre países en relación al desarrollo de la biomedicina es importante. Europa cuenta con alrededor de 400 startups. En este sentido, España dispone de 25 iniciativas en este campo, mientras que Reino Unido con 129. Como ha explicado Vera , “la investigación en cáncer es importante porque va vinculada a una mejor atención a los pacientes y a una mayor supervivencia. Todo lo que aporte conocimiento al cáncer desde un punto de vista básico servirá para conocer mejor la enfermedad, definir nuevas estrategias de prevención y de diagnóstico, y poder desarrollar nuevos tratamientos. Participar en los ensayos clínicos es un beneficio para los pacientes”.
El presupuesto también agrava la brecha entre países. Según datos de la Comisión Europea, países como Suecia, Austria o Dinamarca invierten cerca del 3,3 por ciento de su PIB, mientras que España se sitúa a la cola del gasto público en investigación con un 1,2 por ciento. Lamentablemente, “España no ocupa buenas posiciones ni en financiación de la innovación, ni en la actividad en patentes de biomedicina ni en el número de startups”, ha indicado el presidente de Aseica.
Los expertos han coincidido en que la investigación redunda en la supervivencia del paciente y por tanto, “hay que invertir en I+D”. “La escasa financiación en investigación en cáncer, junto con ciertas trabas burocráticas, limitan la transferencia de los hallazgos en investigación oncológica al ámbito clínico, lo que repercute negativamente en los tratamientos y seguimiento en pacientes. Los científicos patentarían más si hubiese una financiación pública adecuada en I+D+i, menos burocracia y mayor colaboración entre investigadores básicos y clínicos”, ha explicado Bustelo.