El Parlamento Europeo quiere una Unión Europea para la Salud. Aunque ésta ya desempeña una importante labor a la hora de prevenir y controlar enfermedades o armonizar las estrategias sanitarias de sus Estados miembro, la gestión de los sistemas sanitarios es competencia nacional. Y, tras la crisis del coronavirus, la Eurocámara considera que la UE necesita tener un papel mucho más fuerte en el área de Salud Pública.

Los eurodiputados consideran que se pueden extraer lecciones de la pandemia de COVID-19, aún lejos de terminar. Y, entre ellas, destacan la necesidad de reforzar la cooperación en el ámbito de la salud, es decir, otorgar a la Unión un papel más relevante en Salud Pública. Así, en una resolución aprobada el pasado 17 de julio por mayoría absoluta, la Cámara fijó los principios que deberían regir la estrategia sanitaria de la UE tras la crisis.

Los eurodiputados quieren herramientas más fuertes de la UE para hacer frente a emergencias sanitarias como la COVID-19

Un mecanismo europeo para crisis sanitarias

Ya lo dijo la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, en una entrevista para El Global y Gaceta Médica: “¿Qué hemos aprendido? Que la UE necesita más competencias en sanidad. Ante una pandemia global, respuestas globales”.

Y, ahora, la Eurocámara se ha unido para pedir a la Comisión que proponga crear un mecanismo europeo de reacción sanitaria para responder a todo tipo de crisis en este ámbito, que refuerce la coordinación operativa en el ámbito de la UE y gestione la nueva reserva estratégica de medicamentos y material sanitario. Todo ello, compartido tanto por los populares como los socialistas.

Nicolás González, eurodiputado socialista, reclamaba precisamente “un mecanismo de respuesta de salud” en un encuentro virtual con El Global y Gaceta Médica para hacer posible la cooperación entre los Estados ante posibles amenazas comunes. Además, pedía unos principios mínimos de asistencia y hacía referencia a otros retos relativos a la investigación y la industria farmacéutica.

Son varios eurodiputados los que han mencionado la importancia de apoyar la investigación. Otros, además, solicitaron que se fortalecieran las agencias de salud ECDC y EMA. Según Montserrat, “a la EMA hay que darle más poder para que pueda controlar, autorizar y acelerar el acceso a medicamentos seguros”.

En cuanto a la futura estrategia farmacéutica de la UE, el texto de la resolución sostiene que debe incorporar medidas para garantizar el suministro asequible de medicamentos esenciales.

Los eurodiputados permiten que las vacunas para la COVID-19 se desarrollen más rápido

Desarrollar y desplegar una vacuna eficaz y segura contra la COVID-19 es la solución permanente más probable para detener la pandemia. Por ello, los 27 Estados miembro se han mostrado a favor de la estrategia propuesta por la Comisión Europea para acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de una vacuna, algo que ha contado recientemente con el respaldo de la mayoría de los eurodiputados.

La comisaria de Salud, Stella Kyriakides, pidió a los eurodiputados su “apoyo total y urgente” para la estrategia de vacunas. Y, finalmente, el pasado 10 de julio, el Parlamento adoptó un nuevo Reglamento, a través del procedimiento urgente, que permitirá que las vacunas y tratamientos contra el coronavirus se desarrollen más rápido.

Con ello, se derogará temporalmente (solo durante el período en el que la COVID-19 sea una emergencia de salud pública), de ciertas disposiciones de la Directiva sobre organismos genéticamente modificados (OGM) para ensayos clínicos en vacunas y tratamientos de COVID-19 que contienen o consisten en OGM. Esto ahorrará tiempo y facilitará el desarrollo, la autorización y, en consecuencia, la disponibilidad de vacunas y tratamientos.


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