J.V. Madrid | viernes, 03 de febrero de 2017 h |

El proceso de reordenación sanitaria que se está produciendo en Andalucía ha transformado la estructura administrativa con nuevos nombramientos debido a una serie de dimisiones.

Es el caso del viceconsejero de Salud de La Junta, Martín Blanco, y el gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), José Manuel Aranda, que presentaron su renuncia la semana pasada tras la derogación de las órdenes de fusión hospitalaria de Granada y Huelva.

Tras una serie de movilizaciones, la Junta tomó la decisión de dar marcha atrás en el proceso. “Somos sensibles y humildes para rectificar”, aseguró el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Vázquez, quien añadió que “ya no hay argumentos para no llegar a acuerdos”.

Con estos movimientos en la consejería, el Gobierno que preside Susana Díaz “quiere escuchar a la calle y mejorar la interlocución con los profesionales”, explicó el portavoz.

Los nuevos nombramientos de los puestos vacantes ya están aprobados por el Consejo de Gobierno. La nueva viceconsejera de Salud será la hasta ahora directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Junta, María Isabel Baena, y el gerente del hospital Macarena, Mariano Martín, que estará al frente del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Pero los ‘efectos colaterales’ de la decisión de frenar las fusiones no se quedaron en la esfera administrativa, un día después de hacerse pública la renuncia de Blanco y Aranda, la directora gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, Cristina López. Entiende que el marco jurídico “por el que ella se había movido y que le permitía seguir luchando ha cambiado”, mientras que el nuevo marco le genera dudas.

Los grupos políticos no han quedado al margen. Mientras que el PP reclama a la Junta su “hoja de ruta” para los dos hospitales completos en Granada, Ciudadanos valora como un “gesto favorable” las dimisiones y reclama “un nuevo espacio de diálogo donde se puedan ir dando soluciones desde el consenso y el conocimiento”.