GM Madrid | viernes, 10 de marzo de 2017 h |

La crisis económica ha dejado secuelas en el sistema sanitario. En un momento en que los responsables de las Administraciones Públicas hablan de recuperación económica, han quedado identificadas una serie de áreas de mejora.

La tasa de camas hospitalarias en funcionamiento por cada 1.000 habitantes se ha reducido en un 1,98 por ciento en el periodo 2012-2014.La tasa de médico de atención primaria ha caído un 1,3 por ciento, mientras que la de atención especializada se ha mantenido inalterada. Por su parte, el gasto en consumos intermedios y en conciertos ha descendido un 9,7 y 3,8 por ciento, respectivamente. El desembolso en farmacia ha crecido un ligero 0,12 por ciento en este periodo, también frenado por el impacto de la crisis económica.

Son algunas de las conclusiones del estudio ‘La Sanidad Española en Cifras’, editado por el Círculo de la Sanidad. El estudio hace también referencia a una reducción del gasto sanitario público territorializado, que ha caído un 3,42 por ciento entre 2012 y 2014.

Aumenta la diferencia entre CC.AA.

En los últimos años, se ha observado también un incremento de la brecha en el gasto sanitario por habitante entre comunidades autónomas. En función de las cifras de ejecución presupuestario de 2014, Castilla y León presentó el mayor desembolso de las 17 comunidades autónomas con 1.623,76 euros por habitante, mientras Castilla-La Mancha registró la cantidad más baja con 1.053,75 euros anuales.

Entre 2008 y 2014, el gasto por habitante en España ha caído más de un siete por ciento, desde los 1.389 euros que acreditaban las estadísticas oficiales en 2008 a los 1.289 euros de 2014, 100 euros menos por beneficiario.

El informe advierte de un segundo problema. De los 17 servicios autonómicos de salud que coexisten en España, nada menos que 13 presentan cifras de gasto sanitario per cápita por encima de la media nacional, mientras que sólo cuatro se sitúan claramente por debajo: Castilla-La Mancha, Andalucía, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid. El caso manchego es particularmente significativo y revelador del impacto de las políticas de recortes abordadas durante la crisis, que le ha llevado de estar por encima de la media nacional a caer al último puesto del ránking tras un recorte de la inversión por habitante superior al 26 por ciento.

Uno de los coordinadores del informe, Juan del Llano advirtió de que “la descentralización sanitaria ha venido generando diferencias entre comunidades autónomas tanto en la disponibilidad como en el acceso a la prestación de los servicios sanitarios y el análisis de los indicadores clave evidencia diferencias territoriales que revelan la existencia de distintas velocidades en cuanto al desarrollo de programas de atención sociosanitaria”.

Ante esta situación, el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente, ha reclamando al Gobierno central “un paso adelante para garantizar unas mínimas condiciones de equidad en el acceso a la atención sanitaria por parte de todos los ciudadanos” y también una Cartera Básica de Prestaciones, que recoja la asistencia sanitaria mínima que debería recibir cualquier ciudadano con independencia de su comunidad autónoma de residencia.

Efectividad del sistema

Pero a pesar de estas cifras, los autores del documento señalaron que no ha afectado apenas a la efectividad del sistema. La esperanza de vida de los españoles ha continuado incrementándose, ha mejorado la tasa de supervivencia ante infartos o ictus, se ha reducido la tasa de mortalidad en las patologías más destacadas o ha disminuido la tasa de infección hospitalaria.

Asimismo, el sistema ha logrado absorber los ajustes presupuestarios manteniendo en buena medida el personal médico de atención primaria y especializada, y mejorando otros recursos como el número de quirófanos en funcionamiento, los equipos de resonancia magnética o los de hemodiálisis.

En las listas de espera, la tendencia ha resultado diferente. La tasa de pacientes en espera para consultas especializadas se ha incrementado un 36 por ciento entre 2012 y 2015 y los tiempos de espera se han prolongado de manera generalizado, siendo las intervenciones de traumatología las que presentan una peor ratio: nada menos que 111 días de espera.


Según el estudio, entre 2008 y 2014 el gasto sanitario por habitante se ha reducido un siete por ciento