La Comisión Europea (CE) ha solicitado un documento de análisis a su panel de expertos asesor para valorar el diseño de un nuevo marco de organización sanitaria y social. Este planteamiento ha surgido tras el impacto que ha provocado la crisis de la covid-19 en los sistemas nacionales de salud.

“Es necesario pensar acerca de la organización de la atención médica para prepararse para futuras crisis y otro tipo de desafíos”, indica la Comisión Europea en un comunicado.

Frente a las dificultades originadas tras la COVID-19, la CE considera que una de las situaciones “más desafiantes” es establecer un marco conceptual único. Esto supone un gran reto ya que el diseño de los sistemas de salud “varía significativamente” entre los Estados de la UE. En este sentido, la comisión destaca la importancia de desarrollar un marco conceptual que guíe las reformas de dicha organización, incluyendo financiamiento e inversión.

“Necesitamos aprovechar esta oportunidad para transformar los SNS para que sean más fuertes y menos vulnerables a choques similares”

CE

Para ello, la comisión considera relevante analizar los componentes básicos para mejorar la organización de la atención sanitaria. Esta cobertura abordaría las estructuras de los sistemas nacionales de los Estados miembros, así como los procesos y recursos de los mismos.

Refortalecer el sistema sanitario europeo

En el informe, la institución pide que se consideren qué criterios deben utilizarse para una continua evaluación de la capacidad de prestación de los servicios en Europa. Estos requisitos englobarían a atención primaria, especialista ambulatorio, atención hospitalaria y asistencia social.

La comisión pretende “fortalecer la robustez” de todos los servicios. Por ello, instan al panel de expertos a señalar qué elementos y condiciones son necesarias para el desarrollo de dichas capacidades.

El documento también deberá contener información relativa a la provisión médica de pacientes vulnerables. El Panel de Expertos deberá proveer de directrices que guíen acerca de las necesidades de cuidado, las afecciones raras, los refugiados o pacientes con cáncer, entre otros.

En este sentido, los expertos deberán señalar los criterios que deben albergar los sistemas nacionales de salud en relación a escenarios de presión “para altos niveles impredecibles”. Las metodologías y modelos se detallarán en base a las pruebas de resistencia en salud, los enfoques analíticos y las prácticas que se precisen.

El impacto de la covid-19 en Europa

La Comisión Europea se ha planteado este análisis teniendo en cuenta la “inmensa presión” a la que se han visto sometidos los sistemas nacionales de salud en Europa”. Según la institución, los sistemas de salud “no estaban en gran medida preparados para un brote de esta magnitud”.

La institución europea califica a la crisis de la covid-19 como una situación “sin precedentes” y como un “shock impredecible” para el sistema de salud. En este contexto, la comisión destaca algunos “desafíos comunes” que ha podido presenciar en la actual crisis porque “es necesario ir más allá de las lecciones aprendidas en la pandemia”.

Por ejemplo la telemedicina, el telemonitoreo o las soluciones de salud electrónica, que provocaron dificultades para garantizar la atención primaria. Por otra parte, muchos hospitales han tenido que enfrentar mucha tensión. Esto se ha debido a la capacidad insuficiente, la falta de disponibilidad de personal de salud capacitado o la falta de experiencia en la gestión de una “situación de emergencia sin precedentes”.

Estos incovenientes han influido también en la integración de la atención de los hospitales y de muchos hogares de ancianos, convirtiéndose así en “puntos calientes de la pandemia”.

Asimismo, las actividades clínicas organizadas en los diferentes entornos de atención, como pueden ser los trasplantes, han quedado “en punto muerto” debido a los problemas de logística y recursos, destaca la CE.


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