Almudena Fernández
Madridviernes, 09 de septiembre de 2016 h
A pesar de que la bioética es clave en medicina, la vorágine en la que los profesionales están inmersos en el momento actual, en el que aparecen nuevas tecnologías, nuevos fármacos, el coste es cada vez más alto, con las consultas saturadas de pacientes, puede ocasionar que aspectos que son fundamentales pero forman parte del contexto queden en un segundo plano. Y es que la relación directa médico-paciente o mira a los ojos muchas veces se olvida porque “se va al grano”, a qué le pasa, cuándo y desde cuándo, sin tener en cuenta el contexto que rodea al paciente, por lo que es importante que los facultativos estén “muy atentos” para que esto no suceda.
Así lo explicó a GM la presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (COMZ), Concepción Ferrer, en el marco del ‘Curso de enseñanza e investigación en bioética’, que cuenta con el aval de la cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza y que impulsan la Organización Médica Colegial y el propio COMZ. En este sentido, Ferrer incidió en que las humanidades deben estar dentro de la medicina a pesar de que se haya un problema de saturación, de eficacia, de eficiencia, y queden en muchas ocasiones relegadas.
Techo en el gasto
También fue tema abordado en este curso que el gasto sanitario no es infinito, tienen un techo, y dentro de ese margen es imprescindible plantear desde el punto de vista de la ética a qué se puede llegar y a qué no, y concienciar al profesional de que hay unos gastos que tienen que ser asumidos, pero tienen que estar controlados dentro de su actividad para que sea consciente de que determinados tipos de actuaciones pueden comprometer el gasto, así como impedir que se puedan llevar a cabo otras actividades necesarias. “No puede permitirse que se produzcan negligencias en el gasto que perjudiquen a los pacientes, por lo que tiene que estar concienciadas las autoridades sanitarias, los profesionales y los usuarios”, recalcó.
En esta línea, añadió que a los facultativos se les ha enseñado fundamentalmente a disponer de una serie de herramientas cada vez más costosas de tecnologías, a utilizar parámetros de salud, y no siempre a valorar el coste de un procedimiento, por lo que en muchas ocasiones hay actuaciones que son innecesarias y establecen un coste mucho más alto, por lo que hay que conjugar todos esos factores de una forma responsable.
Destacó que es imprescindible poner conciencia en el mundo sanitario, así como que la bioética esté cada vez más presente dentro de los estudios universitarios para que los futuros médicos lo vivan desde sus primeros años de experiencia profesional.
Sostenibilidad en el aprendizaje
Sobre la sostenibilidad en el aprendizaje de la medicina, José Ramón Repullo, del Instituto de Salud Carlos III, señaló que existe una conciencia creciente de la “irracionalidad organizativa del modelo de gestión sanitaria” por lo que, a su juicio, ha llegado el momento de hacer cambios en la sanidad española.
Repullo apuntó a la necesidad de un nuevo contrato social con la profesión médica y la revitalización del profesionalismo. Opinó que la medicina tiene ante sí “una crisis de maduración para gestionar su conocimiento, que debe salir de la vieja crisálida” y, para ello, se necesita “mucho profesionalismo y generosidad para hacer esta metamorfosis”.