E.M.P.
Madridviernes, 19 de mayo de 2017 h
El ex director de Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia del Ministerio de Sanidad, Agustín Rivero, ha asegurado que la Administración tiene pendiente avanzar para mejorar la adherencia terapéutica de los pacientes. Antes de dejar su puesto, tal y como relató en la clausura de la presentación del Estudio Nacional de la Adherencia al Tratamiento en Patologías Crónicas, que ha desarrollado el Observatorio de la Adherencia al Tratamiento, Rivero acordó con la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y el secretario general de Sanidad, José Javier Castrodeza, que este tema llegara al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
Rivero recordó que “la adicional sexta”, que define los recursos adicionales que se obtienen en función de los beneficios de los laboratorios, contemplan los programas de adherencia como una de las líneas de trabajo, de manera que “habría dinero” para establecer programas piloto. “Toda la información será valiosísima para desarrollar un Plan Nacional de Adherencia en un futuro”, puntualizó.
“Es un tema de suma importancia y lo que pueda hacer para ayudar, lo haré”, aseguró Rivero, que centró con dos datos el peso de este problema: la falta de adherencia tiene un coste anual que ronda los 11.250 millones de euros solo en nuestro país, cuando el gasto farmacéutico del año pasado rondó los 15.000 millones de euros.
En su primer acto como ex director general del Ministerio de Sanidad, repasó el papel en materia de adherencia de todos los profesionales sanitarios, así como de los agentes del sector o de los pacientes.
En su opinión, quizá los médicos “no expliquemos como debemos hacerlo”, admitió en primera persona. “Quizá deberíamos aprender a hacerlo”, puntualizó.
En la misma línea, subrayó que los profesionales de enfermería tienen mucho que decir en este objetivo de mejorar el cumplimiento del tratamiento del paciente. “Tenemos que involucrarles más en los procesos que rodean al enfermo crónico, y quizá una de las herramientas pueden ser los protocolos de los se ha hablado a lo largo de esta jornada”, destacó.
La propia administración y la industria farmacéutica tienen también trabajo pendiente en la materia, especialmente en lo que respecta a los cambios en formatos, colores, etc. “Deberíamos habernos centrado no solo en ajustar blister a las dosis en antibióticos, etc., sino también en normalizar colores pensando en los mayores, unificar tonos y patologías para que la pastilla “roja” sea siempre para un problema similar”, reconoció.
El ex responsable de Farmacia recordó también el Plan de Adherencia presentado por Farmaindustria a finales del año pasado, que proporcionó “un diagnóstico importante y líneas estratégicas” en la dirección que todos suponían.
Asimismo, Rivero indicó que existen planes para mejorar el cumplimiento de los tratamientos en todas las comunidades autónomas, pero que se han realizado sin un diagnóstico previo.
Igualmente, remarcó la necesidad de hacer un esfuerzo en educación sanitaria, que podría combatir una realidad, el hecho de que los jóvenes sean menos “adherentes”. Las asociaciones de pacientes, insistió, “también deben ir en esta línea, y reforzar la educación sanitaria”. Es importante darles voz y que participen, al igual que se hizo en su día en hepatitis C, tal y como admitió Rivero.