J. Ruiz-Tagle Bruselas | viernes, 02 de febrero de 2018 h |

La futura sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) está en jaque. El Gobierno italiano y la ciudad de Milán han recurrido ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) la decisión de reubicar la sede en Ámsterdam por no cumplir los requisitos técnicos necesarios para, siquiera, haber participado en el proceso de selección. En concreto, el Ejecutivo transalpino pide anular esta decisión bajo el citado argumento, además de solicitar que sea Milán finalmente la sede de la EMA porque obtuvo la segunda posición durante el proceso de selección del pasado 20 de noviembre. “Se debía garantizar que la Agencia pueda establecerse en el lugar y que pueda hacerse cargo de sus obligaciones en la fecha de la salida del Reino Unido de la Unión. Este criterio se refiere en particular a la disponibilidad de oficinas adecuadas en tiempos útiles para que la agencia asuma sus funciones en la nueva sede en la fecha del Brexit (marzo de 2019)”, reza el recurso interpuesto.

Estos recursos se conocieron el pasado miércoles, dos días después de que el director general de la EMA, el italiano Guido Rasi, pronunciara un discurso en La Haya en el que lamentó que la sede final no vaya a estar preparada para marzo de 2019, lo que les obligará a utilizar un edifico temporal. “Celebro que hayamos encontrado una solución, pero no es una solución óptima. Solo tendremos la mitad del espacio si lo comparamos con nuestros locales actuales en Londres. Mientras tanto tendremos que utilizar infraestructuras externas. Al menos seremos capaces de acoger nuestros principales encuentros científicos en un edificio temporal”, dijo Rasi.

El Gobierno italiano, en su recurso presentado, hace hincapié en la necesidad —previa a disputar la sede— de tener todas las instalaciones preparadas para la fecha del Brexit. “Esto debe incluir la logística necesaria y espacio suficiente para oficinas, salas de reuniones y almacenamiento externo, redes de telecomunicaciones y almacenamiento de datos de alto rendimiento, así como adecuados estándares de seguridad física”, explica el recurso.

La defensa holandesa ha llegado por parte de su ministro de Sanidad, Bruno Bruins. A pesar de reconocer la deficiencia de no poder contar con el edificio hasta noviembre de 2019, asegura que el principal reto es asegurar la continuidad del trabajo de la agencia y eso será posible en la ubicación provisional. Además, Bruins señala que su Ministerio invertirá 2,5 millones de euros que estarán destinado a la búsqueda de alojamiento para los más de 900 trabajadores de la EMA, además de la atención para las familias.