mARTA RIESGO

Madrid

| viernes, 15 de febrero de 2019 h |

El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN), acaba de aprobar sus estatutos tras casi cinco años de espera. Su presidenta, Alma Palau, explica que la publicación de los estatutos ha supuesto un espaldarazo muy importante. “Notamos por parte del Ministerio interés en trabajar de forma conjunta en bastantes proyectos, porque existen muchos frentes abiertos relacionados con la alimentación y la dietética”.

Precisamente, una de esas muestras de apoyo por parte de Sanidad es la incorporación al Comité de las Profesiones del Sector Sanitario y Social. De hecho, Palau explica que anteriormente, el ministerio les había consultado por cuestiones concretas como el etiquetado, o las pseudociencias, pero este paso ha sido importante para ellos.

El camino a partir de ahora es conjunto. A su juicio, lo prioritario para el consejo es la unidad de la profesión. “Intentamos apoyar y respaldar todas las iniciativas que se realizan desde todos los colegios autonómicos. Tenemos que avanzar para lograr el reconocimiento de nuestra profesión en todas las comunidades”, indica. A día de hoy existen tres colegios oficiales que siguen esperando su reconocimiento y siete comunidades —Aragón, Andalucía, Cantabria, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia—, aún no reconocen nuestra categoría profesional. “Ese es nuestro principal reto a corto plazo”.

La semana pasada el Parlamento balear aprobó una PNL relativa a la incorporación plena del dietista-nutricionista en el SNS. “Nos parece fundamental ese reconocimiento y, sobre todo, demandamos la presencia del dietista-nutricionista en atención primaria, porque podemos ser un agente clave para trabajar en la prevención de ciertas patologías”. Otro gran reto es la regulación. El Real Decreto que regula las unidades de atención médica asegura que, en el caso de las de nutrición, éstas serán ocupadas por un “facultativo”, a diferencia de lo establecido en otras especialidades. “Consideramos de vital importancia que se refiera a dietistas-nutricionistas, pues son los profesionales capacitados. Además creemos que debe existir dietistas-nutricionistas en la mayoría de especialidades”.

Retos profesionales

Palau explica que actualmente se trabaja en tres ámbitos concretos. El primero es el clínico. “Trabajamos con asociaciones de pacientes para dar los consejos adecuados para cada patología”. Otro ámbito es la nutrición comunitaria. La ley de seguridad alimentaria y nutrición de 2011 establece que expertos en nutrición deben ser los encargados de diseñar los menús de los colegios o distintos centros públicos, pero la realidad, a su juicio, es que debería ser obligatorio que sean autorizados y revisados por dietistas-nutricionistas, para asegurar que se cubren las necesidades de cada colectivo. La tercera vía es la salud pública donde, en su opinión, pueden jugar un papel fundamental en todo lo relacionado con políticas alimentarias, como el etiquetado o la publicidad.

Con todo, para Palau parece claro que la intervención del dietista-nutricionista tiene un efecto beneficioso cuando se trabaja en equipo, de forma multidisciplinar. Avanzar en este sentido es por tanto fundamental.