CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 26 de mayo de 2017 h |

La formación continuada de los profesionales sanitarios está en riesgo. Algo que se viene poniendo de manifiesto desde hace tiempo pero que, esta vez, está cobrando más fuerza que nunca.

La Agencia Tributaria ha puesto sobre el papel la jurisprudencia con respecto a la tributación de los profesionales sanitarios por asistencia a eventos o congresos científicos.

Teniendo en cuenta que el laboratorio farmacéutico se encarga de sufragar los gastos relacionados como los de locomoción, manutención y estancia, “el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) considera que dichas cantidades (a pesar de que los profesionales no reciben retribución dineraria) tienen consideración de retribución en especie, ya que los abona la compañía que organiza los eventos”.

A principios de abril, el TEAC emitió una resolución en la que confirma las actas de inspección recurridas por una empresa en las que se califican de retribuciones en especie a profesionales sanitarios los pagos realizados a una compañía en concepto de patrocinio de becas para la asistencia a congresos, jornadas, talleres y cursos de dichos profesionales, y exige sobre esas ayudas el correspondiente pago de impuestos. Tras la resolución del TEAC (ante la que cabe recurso contencioso-administrativo), la Agencia Tributaria ha emitido una nota haciéndose eco de la resolución.

“Lo que no se entiende ahora —asegura el presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España, Fernando Carballo— este informe”. Carballo explica que interfiere en las negociaciones que Facme y el Ministerio de Sanidad estaban avanzando en este terreno. “Volvemos a la casilla de salida”, indica.

Este dictamen supone un varapalo para los profesionales que están viendo mermada la posibilidad de actualizar sus conocimientos científicos. En cualquier caso, el presidente de Facme seguirá colaborando estrechamente con Sanidad para resolver este asunto lo antes posible. De hecho, el propio Ministerio se ha puesto en contacto con la federación para ratificar su compromiso.

Farmaindustria, por su parte, también ha mostrado su apoyo a las sociedades científicas. Recuerdan la obligación de los profesionales a la formación continuada para mantener sus conocimientos actualizados. “Estos pronunciamientos con origen en hechos acaecidos una década atrás son ajenos a la iniciativa de transparencia de la industria farmacéutica y, por ese motivo, ni pueden vincularse ni ser utilizados para poner en cuestión esta valiosa iniciativa”.

A juicio de Carballo, esta situación es a consecuencia de la “imprudencia de Farmaindustria” que comenzó a aplicar el Código “sin medir las consecuencias”.

De nuevo, la solución es una moratoria “hasta que no se clarifiquen las amenazas de Hacienda”, ya que se está generando un clima de inestabilidad que ya está afectando a la presencia a congresos científicos.

Al margen de la clarificación oportuna, lo cierto es que los profesionales que acudan o hayan acudido a un congreso científico lo deberán hacer constar en la declaración de la renta. Sin embargo, Carballo advierte de que al no haber percibido dinero alguno por la inscripción, desplazamiento y manutención por asistencia a un evento científico, no es posible conocer las cantidades invertidas.

En este sentido, asegura que el Ministerio de Sanidad debe clarificar los límites de la transparencia con el desarrollo reglamentario oportuno, a través de la Ley del Medicamento, y facilitar una suspensión para evitar más incertidumbres.