CARMEN M. LÓPEZ/MARTA RIESGO Madrid | viernes, 07 de septiembre de 2018 h |

Tras muchos meses analizando el potencial de la terapia celular— células CAR-T o las “natural killer”—, España ha decidido dar un paso más para allanar el camino a estas tecnologías en la práctica clínica.

La realidad es que ‘curar’ con células es posible y se está haciendo. Consciente de ello, el Ministerio de Sanidad lleva un tiempo trabajando para hacer accesibles las opciones terapéuticas disponibles en este campo, y la buena noticia es que lo hace de la mano de los hematólogos.

Aunque no han trascendido las conclusiones tras la reunión entre Sanidad y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) (ver GM nº 704) para incorporar las CAR-T a la cartera de servicios, la sintonía entre ambas partes es un hecho. Los hematólogos coinciden con el planteamiento del ministerio en la inclusión de la terapia celular en la cartera de servicios. Además, los clínicos han podido comprobar cómo Sanidad tiene estudiado y es conocedor de los avances que vienen de la mano de estas terapias.

Quedará por conocer si se materializará a corto plazo la creación de una Red de Investigación en Enfermedades Hematológicas o los registros epidemiológicos estatales para las enfermedades hematológicas más frecuentes, que plantearon los especialistas durante el encuentro.

Sin embargo, el alto precio de los tratamientos —alrededor de los 475.000 dólares— es el principal reto que se le presenta al Sistema Nacional de Salud. El presidente de la SEHH, Jorge Sierra, está convencido de que el esfuerzo que se tiene que hacer en esta línea tiene que venir por todas las partes. Así, es partidario de que la industria colabore —ajustando al máximo los precios— para facilitar la disponibilidad de estas terapias.

Precisamente, en este esfuerzo se encuentran otros países europeos. Con este escenario, los hematólogos recuerdan cómo la hematología personalizada está mejorando el pronóstico de los pacientes, rozando al 90 por ciento de curación en muchos casos.

En cuanto a la evaluación de fármacos, la SEHH siempre ha sido partidaria de buscar nuevas fórmulas de financiación y contar con un mayor presupuesto en salud. Advierten, además, de la necesidad de que estos tratamientos cuenten con una disponibilidad casi inmediata tras la aprobación de la EMA, y cuenten con “menos filtros” para su uso. Para que todo ello se traduzca en una equidad en el acceso, la SEHH también aboga por la participación precoz en ensayos clínicos. “Las terapias dirigidas tienen alto coste y el número de agentes comercializados es creciente”.

Potenciar la investigación

Sierra comenta que en la actualidad “existen en España varios hospitales que realizan investigación no comercial y de alta calidad en este campo; incluso centros que han comenzado a utilizar CAR-T académicos en pacientes”.

Asimismo, también incide en la necesidad de centralizar las iniciativas CAR-T en las unidades de trasplante hematopoyético, ya sea como tratamiento de hemopatías malignas o de tumores sólidos. La mejor fórmula para conseguir todo esto es, a su juicio, con la colaboración entre administraciones, ministerio, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), e industria farmacéutica.

Mientras todo esto se lleva a cabo, el escenario vuelve a tener de actores la balanza entre la innovación y la sostenibilidad, eso sí, con un nuevo protagonista: la ‘curación’ con células.

Retos…

l Participación precoz en ensayos clínicos.

l Rápida disponibilidad tras la aprobación de las agencias reguladoras.

l Menos “filtros” para su uso.

l Financiación adecuada.

l Nuevas modalidades de reembolso.

l Establecer los centros y las unidades de referencia en el SNS.