CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 21 de julio de 2017 h |

El tabaquismo es una cuestión en la que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) lleva trabajando desde hace tiempo. Con una hoja de ruta bien definida, su presidenta, Inmaculada Alfageme, explica a GM los ejes que están centrando su estrategia.

Pregunta. ¿Cree que se está haciendo suficiente en materia de cesación tabáquica?

Respuesta. Cuando hace un año el Gobierno estaba en funciones no podía tomar decisiones, pero desde que se constituyó el nuevo equipo, lo cierto es que hace relativamente poco, ha sido cuando se ha aprobado la transposición de la directiva europea, sin embargo, no con todo el programa que nosotros hubiéramos querido. Hay algunas cosas que se han quedado fuera. Por lo menos se ha dado un paso importante y parece que este es el camino. En cuanto a qué queda pendiente, pues la verdad que muchas cosas. Estamos trabajando en varios frentes: por una parte en el empaquetado genérico, que es un tema que ya se había comentado y se había propuesto y que ha demostrado claramente que disminuye el consumo de tabaco. Por otra parte, en otra cuestión en la que hemos insistido al Ministerio y de momento no estamos teniendo éxito es en que la Administración incluya en la cartera de servicios del SNS el tratamiento para dejar de fumar en pacientes que tienen una enfermedad causada por el tabaco como la EPOC. Nos parece que al igual que el sistema sanitario cubre un tipo de tratamiento, la causa más importante de la enfermedad es el tabaco y necesitan ayuda farmacológica. Además, está demostrado que si la gente que es fumadora y padece enfermedades tiene una subvención para tener acceso al tratamiento consigue abandonar el tabaco más fácilmente.

P. Además, el tabaquismo en sí es una enfermedad crónica…

R. Exacto. Mucha gente deja el tabaco cuando se encuentra mal, pero otras personas no se encuentran tan graves y no son conscientes de lo que le va a perjudicar el resto de su vida y hay que poner todos los medios en materia de recursos en información. Creo que sí que hay recursos y sobre todo, lo que hay es ahorro de dinero en caso de que se lleve a cabo. Se hizo un trabajo en la sociedad, en el área de tabaquismo donde se demostraba que había un ahorro de varios millones de euros si la gente financiaba el tratamiento. Estos pacientes necesitan muchos recursos, farmacológicos y no farmacológicos, así como terapias respiratorias, muchos de ellos necesitan oxígeno… por lo que al final el ahorro sería importante.

P. Por otra parte, cree que hay que insistir en el cribado de cáncer de pulmón en pacientes con EPOC…?

R. El cribado del cáncer de pulmón es un método para una enfermedad que hoy en día tiene muy poco tratamiento, únicamente tiene un buen tratamiento en estadios precoces y por las características del cáncer de pulmón. Por desgracia más del 75 por ciento de los cánceres que se detectan en estadios avanzados —que no son quirúrgicos y por lo tanto no son susceptibles de curación— son susceptibles de tratamiento pero no de curación. Por supuesto, si un cribado permite detectar tumores de un tamaño lo suficientemente pequeño para intervenirlo, evidentemente, esa gente se cura. Lo que sucede es que el problema está en definir la población susceptible de cribado. En este sentido, los pacientes con EPOC que han estado fumando muchos años, sabemos que el tabaco es la causa del cáncer de pulmón, son pacientes de riesgo. Creo que al final es una cuestión económica y al final se acabará haciendo cribado de cáncer de pulmón en pacientes con EPOC.

P. Retomando el asunto de la transposición de la directiva europea… ¿Cómo estamos respecto a los países de nuestro entorno?

R. En Europa existe mucha variabilidad, hay algunos países que están bastante mejor que nosotros. En España estamos intentando adaptarnos. El tabaco tiene muchas presiones y tiene muchos conflictos económicos, no solo es un problema exclusivamente sanitario. El tabaco es un problema social y económico. No olvidemos que siguen existiendo cultivos de tabaco que reciben subvenciones. Es un poco absurdo intentar dar por una parte, y por la otra estar promocionando. Desde hace tiempo estamos reclamando por parte de la Administración un abordaje más global. Aquí hay que implicar a todos: a los neumólogos, donde todavía hay grandes déficit, oncólogos, y otras especialidades. Además, el tabaco no es una asignatura ni es un tema específico que se estudie en la universidad, y esto es algo que afecta a todos los médicos, también a los médicos de atención primaria. Hay que empezar por integrar la asignatura o como tema dentro de la universidad; formar a la gente y crear más conciencia social. A nivel de Gobierno hay que intentar tener conexión con otros ministerios como Economía o Agricultura para trabajar en la misma dirección. Si uno quiere dejar un problema atrás no puede fomentarlo.