El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publica el informe de la tercera oleada del Barómetro Sanitario 2022 con un resultado que se traduce en descontento. Un 44 por ciento de los españoles estima que las listas de espera han empeorado durante los últimos doces meses. En esta encuesta, que sondea a la población a cerca del funcionamiento del Sistema Nacional de Salud, el 36,5 por ciento cree que el problema de las listas de espera en España no ha mejorado con respecto al año anterior, lo que significa que se trata de una de las principales cuestiones a resolver en este sector.

Además, más de un 23 por ciento afirma haber tardado más de once días en ser recibido por su médico de familia de la sanidad pública. En este sentido, alegan que el motivo principal para el retraso fue que, o bien no pudieron contactar con el centro médico (casi un 28 por ciento de los encuestados), o bien les dieron cita para muchos días después de la petición (en cerca del 48 por ciento de los casos), de tal manera que la consulta terminó por no ser necesaria.

Y si en atención primaria estos son los porcentajes, en atención especializada sucede otro tanto de lo mismo: la consulta entre un especialista y otro se demoró entre uno y tres meses en cerca del 37 por ciento de los casos. En el lado positivo de la balanza, el CIS señala que la calificación para la atención de los facultativos por parte de la población es buena o muy buena en el 48 por ciento y el 32 por ciento de los casos, respectivamente.

En el ámbito de las Urgencias

En urgencias la afluencia se acerca al 43 por ciento en atención primaria y al 52 por ciento en los hospitales públicos. Y en estas ocasiones el tiempo medio de atención fue de entre una y cuatro horas para el 45 por ciento de los encuestados; algo más del 21 por ciento permaneció entre cuatro y doce horas. Y los ingresos -desde que el especialista los prescribió- se demoraron de uno a tres meses en más del 25 por ciento de los pacientes; de tres a seis en el 18 por ciento; y más de medio año en otro 18 por ciento.

Sigue primando la atención presencial

En cuanto al modo de atención sanitaria, las consultas presenciales vuelven a ser la norma: en el 75 por ciento de los casos. Tan solo un 23,5 por ciento se atendió por vía telefónica. En este sentido los españoles creen, en su mayoría (casi un 63 por ciento), que tiene sentido que algunas de las consultas se hagan por teléfono y otras de manera presencial. En tanto que un 35 por ciento afirma que deben ser ´in situ´ en todos los casos.


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