El sector biotecnológico destinó a investigación, desarrollo e innovación 578 millones de euros en 2015. La cifra supone, por un lado, un incremento del 8,31 por ciento con respecto al año anterior, y, por otro, regreso a a la senda de crecimiento. Así consta en el Informe Asebio 2016, que fue presentado este miércoles en Madrid.
El presidente de la patronal biotecnológica, Jordi Martí, ha puesto en valor el trabajo realizado por la industria en los últimos años. “Nuestras iniciativas empresariales, en cualquiera de sus campos, requieren una altísima dotación de conocimiento, altas inversiones y plazos de maduración largos. Por eso seguimos necesitando una atención especial. Necesitamos regulaciones de calidad y que proporcionen seguridad y hagan nuestro entorno atractivo. Necesitamos atención a nuestras peculiares necesidades de financiación. Necesitamos la firme voluntad de considerar que la colaboración público-privada es una fórmula de éxito en la que hay que persistir”, manifestó durante la presentación del informe.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, admitió que “el Gobierno es consciente de la importancia económica del sector biotecnológico. “La biotecnología es uno de los sectores que más contribuyen al crecimiento de nuestra economía. Investigación e innovación son palancas clave para la recuperación”, argumentó durante su intervención.
En concreto, las empresas biotecnológicas han contribuido de forma directa, indirecta o inducida con 90.000 millones de euros a la economía nacional, lo que supone un 8,6 por ciento del producto interior bruto (PIB). El director general de Asebio, Ion Arocena, destacó que en la actualidad el sector cuenta en la actualidad con 930.000 puestos de trabajo. Gracias a su actividad las Administraciones Públicas recaudaron 26.000 millones de euros, un 2,5 por ciento del PIB.
Precisamente, una de las novedades que presentaba esta última edición del Informe Asebio era la puesta en valor del verdadero impacto de la biotecnología en nuestro país.