El Proyecto de Ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 (o de ‘nueva normalidad’), procedente del Real Decreto-ley 21/2020, de 9 de junio, ha sido aprobado por mayoría en el Congreso de los Diputados y continuará su tramitación en el Senado. Así lo decidió la Comisión de Sanidad el pasado martes, después de que el texto recibiera luz verde tras saldarse con 21 votos a favor y 15 en contra.

Durante el debate del dictamen en la Cámara Baja tuvo lugar la discusión sobre el informe de la Ponencia, ratificada por la totalidad de los diputados. Asimismo, se trataron las enmiendas vivas al documento en los turnos de los grupos con representación, que tuvieron oportunidad de hacer una defensa de las mismas.

Finalmente, se adhirieron al texto cuatro transaccionales, además de otra de modificación firmada por el Grupo Parlamentario Republicano. Entre las primeras, por ejemplo, la número 19 argumentaba que “la celebración de sesiones de los órganos de gobierno y de administración de las diferentes entidades por videoconferencia o por conferencia telefónica múltiple ha venido para quedarse”.

Así, a propuesta del Grupo Parlamentario Plural, se abogaba por prorrogar hasta finales de 2021 la posibilidad de celebrar estas sesiones telemáticamente, dado que “las incertidumbres que seguirán acompañando al COVID durante el próximo año”. Este apartado, tal y como recordaba la enmienda, vencía el pasado 31 de diciembre de 2020.

Por otro lado, entre las consideraciones incorporada de base en el dictamen, se establecen una serie de mínimos en materia de Recursos Humanos. Así, las administraciones competentes habrán de garantizar la suficiente disponibilidad de sanitarios y su reorganización. Del mismo modo, pide que estas procuren un número suficiente de profesionales en la prevención y control de la enfermedad, su diagnóstico temprano, la atención a los casos y la vigilancia epidemiológica.

El enriquecimiento parlamentario del texto, a debate

Tal y como apuntaron los representantes de la oposición, la aprobación de este Proyecto de Ley llegaba tarde por su carácter urgente como marco para hacer frente a los posibles brotes. Además, también se puso en tela de juicio que este no incorporara apenas propuestas aportadas en forma de enmienda por los grupos políticos. En este sentido, las voces más críticas fueron las de las diputadas populares, Ana Pastor y Elvira Velasco, quienes lo reclamaron en sus intervenciones.

Ana Pastor (PP) durante su intervención en la Comisión de Sanidad.

La primera de ellas afeó así al Gobierno que “nunca tuvieron intención de aceptar las propuestas” del Partido Popular, al mismo tiempo que reseñó los 8 meses que habían pasado hasta la discusión del dictamen en la Comisión.

Seguidamente, Pastor enumeró algunas alternativas expuestas, como “la creación de una reserva estratégica de fármacos o un ‘pull’ nacional de profesionales“. Al mismo tiempo, recordó el ofrecimiento de su grupo para llegar a alcanzar un Pacto de Estado por la Sanidad.

En esta misma idea incidió Velasco, que recordó que el Grupo Popular había presentado un total de 45 enmiendas con el objetivo de mejorar el texto final. Entre ellas, un plan de atención psicológica a sanitarios; también la número 110, que apostaba por la eliminación del sistema de reserva singular mediante visado impuesto para los anticoagulantes de acción directa (ACOD).

Al respecto de esta última medida, señaló también la necesidad garantizar que los pacientes que necesitan tratamiento de anticoagulación dispongan del mismo de acuerdo con las guías de práctica clínica. “Todas las CC.AA. han constatado que en medio de la pandemia es imprudente obligar a desplazamientos para realizar los controles de los anticoagulantes clásicos. Queremos dar una solución a este problema común para todo el SNS”, explicó la portavoz.

Un texto flexible: clave para los socios de Gobierno

Por su parte, la portavoz de Unidas Podemos, Rosa Medel, resaltó la necesidad de no dejar caducos los contenidos de este nuevo documento. En este sentido, defendió la aprobación en ponencia de un texto que conserve el espíritu y el cuerpo del RDL 21/20, pero introduciendo mejoras que den flexibilidad al mismo “para adaptarnos a una realidad en constante cambio y en algunos momentos imprevisible”.

Así, Medel quiso recordar que los poderes públicos tuvieron que dar una respuesta normativa urgente antes una situación emergencia sanitaria “enormemente difícil” mediante el mencionado Real Decreto, en la que entonces fue “una norma necesaria para afrontarla cuando salíamos de la primera ola”.

“Lo mejor es aprobar un texto que conserve el espíritu del RDL 21/20, pero introduciendo mejoras que den flexibilidad para adaptarnos a una realidad en constante cambio”

Rosa Medel, portavoz de Sanidad de Unidas Podemos en el Congreso

“Es difícil adaptar una legislación que por su esencia tiende a regular y a permanecer a un devenir de continuas y nuevas situaciones. Por ejemplo, ahora estamos en una tercera ola y hemos empezado a disponer de vacunas. Es un escenario diferente al de junio de 2020″, argumentó la diputada de la formación morada.


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