El Plan Europeo contra el Cáncer va tomando forma. En la segunda reunión del Comité Especial de Lucha contra el Cáncer (BECA) en el Parlamento Europeo, Stella Kyriakides, comisaria de Salud de la UE aseguró que presentarán el ambicioso Plan “antes de finalizar el año”. Sin embargo, no se irán afinando del todo los detalles hasta que no se conozca con mayor precisión la dotación del presupuesto europeo que se destine a este fin. Por el momento, la comisaria señaló cuatro pilares fundamentales sobre los que se basa el Plan:

  1. Prevención. El 40 por ciento de los casos de cáncer en Europa puede prevenirse con acciones o actuaciones a distintos niveles, incluido nuestro estilo de vida o nuestra conducta habitual.
  2. Detección precoz. Diagnóstico en los estadios precoces y programas de cribado de la población que sean homologados para distintos tipos de patologías oncológicas.
  3. Diagnóstico y terapia. Contar con una atención oncológica completa. Los centros oncológicos son fundamentales para mejorar los niveles de supervivencia, mejorar el acceso a la atención de calidad y a los medicamentos –y esto encaja, según Kyriakides, con la Estrategia para los Medicamentos que se publicará el próximo mes de noviembre.
  4. Factores relacionados con la calidad de vida: rehabilitación, recuperación, seguimiento y control de metástasis, etc.

Prevención, eje central pero no único

Stella Kyriakides apuntó que el cáncer en Europa es un problema de salud pública fundamental. “El número de personas con cáncer en Europa es muy superior proporcionalmente a las personas con cáncer en el resto del mundo”, afirmó. Ante ello, Kyriakides destacó la prevención como un aspecto muy importante del programa y el primer paso para atajar la enfermedad, pero no el único. “No es un plan en solitario, no se puede considerar de forma aislada la prevención”, aclaró.

El eurodiputado Antoni Comín, el ex consejero de Salud de Cataluña, recalcó que la prevención quiere decir “salud en todas las políticas para evitar ese 40 por ciento de cánceres prevenibles”. Pero coincidió en que no debe ser un aspecto aislado y señaló otra de las prioridades que debe incluir el Plan: la equidad en el acceso a los nuevos tratamientos.

“La investigación nos va a dar muy buenas noticias en la lucha contra el cáncer en los próximos años en inmunoterapia, detección precoz, medicina personalizada, etc. Pero esta muy buena noticia se podría convertir en una muy mala si estas innovaciones terapéuticas no llegan a todos los rincones del continente o no llegan al mismo tiempo“, señaló el eurodiputado catalán.

Por su parte, el eurodiputado socialista Nicolás González Casales, considera que en esta comisión se debe “avanzar en métodos de diagnóstico precoz que nos permitan detectar el cáncer de forma temprana, con nuevos métodos y fomentando, por ejemplo, la biopsia líquida”. Y puso en énfasis en la individualización de los tratamientos del cáncer o en los hallazgos genómicos que contribuyen a mejorar el tratamiento del cáncer, sin olvidar el cuidado de los pacientes oncológicos, el soporte de sus familias y el cuidado en los últimos momentos de vida.

Salud Mental

Veronique Trillet-Lenoir, eurodiputada francesa, cree que hay que “identificar para cada Estado miembro una serie de políticas oncológicas completas”, que no solo se refieran a tratamientos o medicamentos, sino que se respondan también a las necesidades psicológicas, sociológicas, de nutrición, salud reproductiva, etc. “Es necesario compartir conocimientos, un sistema de registro y seguimiento de todos los pacientes y hay que ampliar las redes de referencia”, planteó.

Franssen Cindy, eurodiputada belga, también puso el foco en Salud Mental, preguntándole a Stella Kyriakides si está incluida en el Plan. A lo que la comisaria respondió afirmativamente: “El apoyo psicosocial es importante tenerlo en cuenta en cualquier plan que aborde el cáncer”. “Tenemos que contar con equipos multidisciplinares y esto incluye el acompañamiento psicosocial. Soy consciente de que no hay programas al respecto en muchos Estados miembro. Pero el establecimiento de un programa per se es un paso, y es importante verificarlo para garantizar que se pueden proporcionar los servicios óptimos a la ciudadanía”, declaró la comisaria de Salud.

Cáncer y COVID-19

La situación actual con la COVID-19 pone las cosas aún más difíciles a los pacientes oncológicos. De hecho, Kyriakides afirmó que la pandemia tendrá una incidencia en los pacientes con enfermedades crónicas y un efecto muy adverso en los pacientes de cáncer. “Existe la inquietud de que la situación actual cambie las tendencias de mortalidad por motivos oncológicos en los próximos años”, aseguró.

“Estamos trabajando con los Estados miembro para garantizar que pueden responder de la manera más eficaz a todas las necesidades de todos los pacientes, no solo aquellos oncológicos”, declaró la comisaria. “Somos conscientes de la urgencia de esta situación. Para nosotros ha sido una prioridad acuciante desde enero, así que no estamos perdiendo tiempo“, añadió. E informó de que el próximo 9 de noviembre presentarán un paquete de lecciones aprendidas a partir de la pandemia de COVID-19.

Además, Kyriakides abogó por una mayor coordinación europea, en particular en Sanidad. “Para que podamos tener éxito en este Plan de Lucha contra el Cáncer, todos deben estar convencidos y colaborar. Es nuestra responsabilidad política”, instó a todos los representantes de los Estados miembro.

Cáncer e igualdad, de la mano

Esta nueva reunión del Comité BECA coincidió con la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo (FEMM) y se enmarcó de la semana europea por la igualdad. Por eso, el cáncer de mama fue el tema más oportuno.

El cáncer de mama es una enfermedad muy presente en Europa y en el mundo. Tan solo en Europa se diagnostican más de 300.000 casos de cáncer de mama al año. Por eso “tenemos que aprovechar cada oportunidad para acabar con el cáncer de mama y con otros tipos de cáncer”, apuntó Bartosz Arłukowicz, presidente de la Comisión BECA.

Por su parte, Evelyn Regner, presidenta de la Comisión FEMM, destacó que cada año mueren demasiadas mujeres “por detección tardía o cuidados insuficientes”. Y puso como país ejemplar a Austria, donde en 2014 se inició un programa de detención preventiva para todas las mujeres entre 45 y 69 años. Además, allí las mamografías son gratuitas y se puede conseguir una cada dos años. “También hay un programa específico para mujeres de más de 40 años”, indicó la presidenta de la Comisión FEMM. “¿Hay más pruebas? Sí, pero lo cierto es que todavía no hemos cumplido el objetivo“, concluyó.


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