El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha remarcado esta mañana en el Colegio de Médicos de Madrid que el Plan de Atención a la Fragilidad y Promoción de la Longevidad Saludable 2022-25 constituye una auténtica prioridad para el Gobierno regional en esta legislatura.

Ruiz Escudero ha destacado estas ideas durante la inauguración oficial del curso “Aspectos prácticos sobre valoración geriátrica y toma de decisiones en residencias y centros sociosanitarios”. Una iniciativa de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), con el apoyo de la Dirección General de Coordinación Sociosanitaria de la Comunidad de Madrid y la Colaboración de Janssen.

El consejero ha subrayado igualmente la apuesta de la consejería para que la la edad no sea una barrera en las estrategias de salud digital un principio que constituye, junto al cambio de diseño residencial y la apuesta por la promoción de los cuidados domiciliarios y el soporte de las familias, los objetivos principales del mencionado plan.

“Estamos convencidos de que pronto esta región será referente en todas las políticas de envejecimiento saludable y también de atención a los mayores”, ha sentenciado el consejero.

María Teresa Vidán, Lourdes Rexach, Manuel Martínez-Selles (Colegio de Médicos de Madrid), Enrique Ruiz Escudero, José Augusto García Navarro, Francisco Javier Martínez Peromingo y Ramón Frexes.

Según su análisis, “el envejecimiento de la población es una realidad que se debe a algunos de los logros principales, como es el aumento de la esperanza de vida y la cronificación de enfermedades hasta hace poco tiempo con una elevada mortalidad”. “Esto obliga a trabajar para mejorar la calidad de los años ganados y disminuir el tiempo de discapacidad. Un desafío que ha estado siempre en nuestra agenda pero que el COVID ha situado como una prioridad inmediata”, tal y como ha advertido.

En su opinión, “debemos entenderlo como una oportunidad para que la geriatría siga avanzando en innovación, coordinación y calidad asistencial”.

El consejero es consciente de la fuerza con la que el virus ha golpeado a los mayores y la importancia de la coordinación dentro de la atención social y sanitaria. “Una coordinación que en esta comunidad materializamos con el refuerzo de nuestros geriatras y la participación de la geriatría de enlace”, expone.

“Este soporte -ha continuado- se ha demostrado como crucial y su creación nos permitió ganar en rapidez y agilidad en la intervención en residencias y proporcionar recursos garantizando la coordinación entre residencias y hospitales y centros de atención primaria, junto con los servicios de urgencias y emergencias”.

El consejero ha añadido que “el trabajo multidisciplinar ha sido ejemplar y llega para quedarse”. “Se ha visto también en los estudios de seroprevalencia impulsados en las residencias, en la estrategia de vacunación, que ha completado ya la administración de la tercera dosis, que va a continuar con los profesionales sanitarios y sociosanitarios y empieza esta misma semana”, ha advertido.

Según ha remarcado el consejero, “la geriatría de enlace debe seguir siendo sinónimo de continuidad asistencial. Este abordaje integral marca el futuro modelo de atención sanitaria que pasa por avanzar en la promoción de la autonomía y el envejecimiento activo, cada vez más personalizado. Buscamos acompañar, cuidar y prestar la atención especializada que requieren estos pacientes”.

Valoración geriátrica: una herramienta fundamental

Por su parte, José Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). ha agradecido el apoyo de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, y en particular el interés de la dirección general de Atención Sociosanitaria, cuyo máximo responsable, Francisco Javier Martínez Peromingo, es también geriatra.

“Desde geriatría siempre hemos contado con el apoyo importante de la Consejería de Sanidad: en momentos difíciles y también después”, remarca.

Tal y como ha explicado el presidente de la SEGG, se trata de un curso práctico centrado en la importancia de la valoración geriátrica, como instrumento fundamental en pacientes con gran complejidad, en los procesos de toma de decisiones.

El curso aborda también aspectos éticos y legales, teniendo en cuenta que se trata de personas sumamente vulnerables, así como formación sobre medidas preventivas, síndromes geriátricos o la comunicación con las familias, que no siempre resulta sencilla.

La formación está diseñada por profesionales que han trabajado en primera línea de coronavirus, subraya el presidente, y pone en valor la figura del geriatra de enlace, una iniciativa puesta en marcha en la Comunidad de Madrid en plena crisis sanitarias que permite valorar el tipo de atención que precisa cada paciente y el lugar más idóneo para que este sea aplicado.

El curso está abierto a medios y profesionales sanitarios, pero también a técnicos y trabajadores de residencias y centros sociosanitarios que estén interesados en realizar una puesta al día.

Por otra parte, Ramón Frexes Illueca, director de Relaciones Institucionales de Janssen, ha explicado que “el curso está alineado con la filosofía de Jannsen y enlaza también con la iniciativa de los Foros Afectivo Efectivo, como respuesta a la petición social de abordar la humanización de la atención sanitaria”.

Frexes ha recordado los cuatro pilares de este modelo: curar y cuidar, la base en la evidencia científica, la dignidad y la humanidad y la confianza y la empatía.

Asimismo el portavoz de Janssen ha aludido a dos proyectos de la compañía que guardan relación con esta filosofía. Uno de ellos es la iniciativa ‘Más que abuelos’, que trata de dar respuesta a las necesidades de una sociedad más envejecida y, por tanto, con una mayor experiencia, y trabaja de la mano de las personas mayores para conseguir que se autorreconozcan como personas importantes.

En la misma línea, otro de sus proyectos, Cuidopía, aspira a profesionalizar el cuidado de las personas que precisan atención, con becas específicas para que los cuidadores se puedan formar en las patologías específicas de las personas que reciben su atención y cuidados.

Formación para apoyar la toma de decisiones

Un total de 18 ponentes componen este curso que podrá seguirse en modalidad online.

La finalidad no es otra que capacitar al personal de residencias y centros sociosanitarios en la realización de una valoración geriátrica integral como herramienta prioritaria a la hora de tomar decisiones en estos pacientes, así como en abordar los principales síndromes geriátricos, con objetivo de mejorar su calidad de vida.

Las coordinadoras del curso María Teresa Vidán, jefa de Sección del Departamento de Geriatría del Hospital Unviersitario Gregorio Marañón, y Lourdes Rexach, coordinadora de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Ramón y Cajal y coordinadora de la Comisión de Acreditación y Docencia de la SEGG, explican a GACETA MÉDICA algunos detalles.

Para María Teresa Vidán, una de las dificultades principales de este colectivo de trabajadores del entorno sociosanitarios, que justifica la creación de este curso, es la gran rotación de los profesionales. “Son puestos que cambian continuamente, médicos, enfermeras, etc., y a veces esto hace que falte un poco de formación. Es una de las razones por las que queremos colaborar en la formación y el manejo de las personas mayores en residencia”, subraya.

Otra de ellas, detalla, es que aunque las residencias y centros sociosanitarios no son sitios propiamente de tratamiento, “es cierto que están alojadas personas muy mayores, con muchas enfermedades crónicas, a veces pacientes muy complejos en los que hay que administrar tratamientos y cuidados que a veces son complejos”. “Por eso -subraya- creemos que el curso va a aportar conocimiento y va a ser de ayuda en el manejo de estos pacientes”.

De cara al acceso a la atención sanitaria, Lourdes Rexach explica que en este momento desde que se han implantado los equipos de atención a residencias desde los servicios de geriatría, la llamada geriatría de enlace, se ha favorecido mucho esa coordinación entre residencias y hospitales.

“Muchas veces las derivaciones se hacen de acuerdo por las dos partes, y también al alta del hospital el paciente está dirigido por ese equipo de residencias. Ha beneficiado bastante esa coordinación entre ambos niveles”, subraya.

Además, la doctora Vidán remarca la importancia de proporcionar estos conocimientos que van más allá del ámbito sanitario, desde la tramitación de un ingreso no voluntario a la necesaria coordinación sociosanitaria. En cualquier caso, un punto fuerte del curso tiene que ver con la formación sobre la toma de decisiones, remarca Lourdes Rexach, en particular acerca de los recursos dónde pedir ayuda en caso de que resulte necesario para ello.

Junto a los profesionales del ámbito sociosanitario, las coordinadoras subrayan que también puede ser de gran interés para los médicos y profesionales de enfermería de atención primaria, que tienen en su entorno de actuación el seguimiento de estos pacientes al alta hospitalaria.


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