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Madrid

| viernes, 03 de marzo de 2017 h |

El Parlamento Europeo ha dado un apoyo casi unánime al informe sobre acceso a medicamentos de la eurodiputada socialista Soledad Cabezón. El texto salió adelante con 568 votos a favor, 30 en contra y 52 abstenciones. “Todos los grupos proeuropeos han dado el respaldo al informe. Ha prevalecido el reconocimiento del derecho a la salud como derecho fundamental y no puede considerarse el medicamento como un producto de consumo más. En segundo lugar se ha introducido al paciente en el centro del sistema”, expresó Cabezón después de conocer la decisión de la Eurocámara.

El documento incluía una serie de medidas para reducir el precio de los medicamentos y “equilibrar” los intereses de los sistemas sanitarios públicos del continente y de la industria farmacéutica, como mejorar la trazabilidad del gasto en I+D, la financiación pública y la inversión en marketing, entre otras cuestiones. En virtud de este texto, la Comisión Europea y los estados miembro decidirán el precio de las innovaciones con el fin de garantizar el acceso de los pacientes. Los eurodiputados subrayan en el texto que el precio de los nuevos medicamentos se ha incrementado en la Unión Europea durante las últimas décadas de tal manera que se han situado fuera del alcance de muchos ciudadanos y amenazan la viabilidad de los sistemas nacionales. El Parlamento considera necesaria además una nueva norma europea sobre transparencia para asegurar unos controles eficaces en el proceso de fijación de precios y el reembolso de los medicamentos en los países.

“El informe recoge que además del valor añadido, hay que añadir que no se pueda tolerar precios muy altos que ponen en jaque la sostenibilidad”, insistió Cabezón.

El siguiente paso será la aplicación del documento. La eurodiputada ha destacado que “La actitud del comisario de Salud, Vytenis Andriukaitis, es muy positiva y comparte las conclusiones y ya está trabajando en las recomendaciones”.

En uno de los puntos de la resolución se reclama más claridad sobre el gasto en I+D, en particular con respecto a la investigación financiada con fondos públicos, y sobre la comercialización de los medicamentos. Sobre esta cuestión, los eurodiputados creen que el “elevado nivel” de financiación pública dedicada a la investigación “no se refleja en el precio de las medicinas” y “dificulta el adecuado rendimiento de la inversión pública”.

Uno de los objetivos consiste en que los fondos públicos dedicados a investigación se dirijan a necesidades no cubiertas como las enfermedades raras o “la creciente resistencia a agentes antimicrobianos”.

La Eurocámara defiende que “el incremento del gasto farmacéutico y la clara asimetría entre las compañías farmacéuticas y las autoridades nacionales en capacidad negociadora e información sobre precios hace necesaria mayor cooperación entre los países y medidas políticas adicionales tanto a nivel comunitario como nacional”, declaraciones recogidas por Europa Press.

El texto deja también abierta la puerta para las licencias obligatorias. “Se reconoce el objetivo de garantizar la innovación y no puede entrar en conflicto con el derecho a la salud. Se ha pedido un estudio sobre esto y sus efectos respecto al acceso”, afirmó.