El Parlamento Europeo aprobó ayer 10 de marzo el programa de acción medioambiental de la UE para 2030. Un programa que busca responder al impacto económico y social del cambio climático, la degradación del ecosistema y el consumo excesivo de recursos naturales. El objetivo es acelerar la transición de la UE hacia una economía climáticamente neutral, limpia, circular y del bienestar.

Con 553 votos a favor, 130 en contra y 7 abstenciones, la mayoría de la Eurocámara confirmó el acuerdo alcanzado con el Consejo en diciembre de 2021 sobre el octavo Programa de Acción Medioambiental de la UE para orientar su política medioambiental hasta 2030 y alinearla con el Pacto Verde Europeo.

Los Programas de Acción Medioambiental de la UE son marcos jurídicos que han guiado el desarrollo de la política medioambiental de la UE desde principios de los 70. Tras la expiración del séptimo programa a finales de 2020, el nuevo tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2030 y los objetivos que marca serán revisados por la Comisión antes del 31 de marzo de 2024.

Objetivos prioritarios para 2030

  • Mitigación del cambio climático para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, garantizando una transición justa que no deje a nadie atrás.
  • Adaptación y reducción de la vulnerabilidad del medio ambiente, de la sociedad y de todos los sectores de la economía, al cambio climático.
  • Avanzar hacia una economía del bienestar, en la que el crecimiento sea regenerativo
  • Perseguir la contaminación cero, incluso en relación con los productos químicos nocivos.
  • Proteger, preservar y restaurar la biodiversidad y detener e invertir su pérdida.
  • Reducir significativamente las presiones ambientales clave relacionadas con las huellas de materiales y consumo de la UE.
  • Reforzar los incentivos positivos para el medio ambiente y eliminar progresivamente las subvenciones perjudiciales, en particular las subvenciones a los combustibles fósiles.
  • Usar tecnologías de datos para apoyar la política medioambiental y garantizar la transparencia y el acceso a dichos datos.

Hacia una UE climáticamente neutra

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), la UE es el tercer emisor de gases de efecto invernadero más grande del mundo, después de China y Estados Unidos. Fue en noviembre de 2019 cuando el Parlamento aprobó una resolución en la que declaraba la emergencia climática e instaba a la Comisión a presentar propuestas legislativas y presupuestarias que estuvieran en línea con el Acuerdo de París.

Por su parte, la Comisión propuso el Pacto Verde Europeo, la hoja de ruta para alcanzar una UE climáticamente neutra, aumentar el bienestar y mejorar la salud de los actuales ciudadanos y de las generaciones futuras. Un tercio de los 1,8 billones de euros de inversiones del plan de recuperación Next Generation EU y el presupuesto de siete años de la UE financiarán el Pacto Verde.

El nuevo programa de acción medioambiental ayudará a conseguir el objetivo marcado por el Pacto Verde. Si bien el primer programa (publicado en 1973) se centraba en reducir la contaminación, mejorar los medios naturales y urbanos y alertar sobre los problemas ecológicos, la octava actualización pretende ir mucho más allá y acelerar la transición hacia la neutralidad climática, las energías limpias y eficientes y la economía circular y de bienestar.

Los esfuerzos de la UE van dando sus frutos. En 2008, se fijó el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 por ciento, en comparación con los niveles de 1990, para 2020. En 2019, las emisiones disminuyeron en un 28 por ciento. Pero, en la actualidad, se ha marcado un reto mucho más ambicioso: la nueva Ley del Clima de la UE, aprobada por el Parlamento en junio de 2021, fija la reducción de emisiones para 2030 en, al menos, un 55 por ciento y convierte el compromiso político de alcanzar la neutralidad climática para 2050 en una obligación legal.

La economía sostenible

En su informe sobre el estado del medioambiente de 2020, la AEMA apuntaba que las actividades económicas y el estilo de vida de Europa son los retos medioambientales más importantes. Así, el Parlamento señala que la UE debería evolucionar hacia una economía de bienestar sostenible con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como base.

La eurodiputada de los Verdes Grace O’Sullivan, ponente de la defensa del nuevo programa de acción medioambiental, afirmó que este “hace de la economía del bienestar un objetivo prioritario para 2030. “La pandemia nos ha demostrado que lo más importante de todo es el bienestar de nuestra gente y nuestro planeta; este es un ejemplo positivo del tipo de cambio sistémico que se requiere para alcanzar nuestro objetivo de vivir bien, dentro de los límites de nuestro planeta”, apuntó.

Respecto a las subvenciones a los combustibles fósiles, se deben eliminar progresivamente para contribuir a limitar el calentamiento global, reduciendo la temperatura 1,5ºC. Además, la UE debe desarrollar una nueva metodología para identificar otras subvenciones perjudiciales para el medio ambiente antes de 2023.


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