El Ministerio de Sanidad ha puesto el foco en la vacunación de los profesionales sanitarios. Lo ha hecho en la Semana Mundial de la Inmunización. Para coronar esta cita anual ha tenido lugar ‘Los logros de la vacunación’, una jornada a iniciativa del grupo de trabajo de Neumoexpertos en Prevención, y con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos y Pfizer.
La subdirectora de Promoción de la Salud y Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, Araceli Arce, ha sido la encargada de inaugurar este acto conmemorativo. En su discurso ha hecho un repaso a las políticas de vacunación a lo largo de los últimos años. Fue en 1995 cuando el primer Consejo Interterritorial decidió poner sobre la mesa el calendario vacunal, desde entonces, tal y como ha comentado Arce, “se han hecho numerosas vacunaciones”.
El calendario siempre será dinámico, porque habrá innovaciones en vacunas, nuevas moléculas que irán apareciendo. El Ministerio de Sanidad trabaja en evaluar los criterios de introducción de vacunas. “Se establece en primer lugar la evaluación de la carga de la enfermedad, a continuación efectividad y seguridad de vacunas; repercusiones de la modificación; aspectos éticos y evaluación económica”, ha explicado.
“En la política de vacunación tenemos que participar todos los sanitarios”, ha destacado Arce, poniendo el ejemplo de que en la última adaptación del calendario se llegó a un acuerdo con 17 sociedades científicas que acordaron el contenido.
Del mismo modo, durante el acto se ha puesto en valor el papel de los acuerdos marco como herramienta de eficiencia. “Gracias a ellos es posible mantener la sostenibilidad”, ha explicado Arce. Asimismo, el mensaje del papel que juegan los sanitarios en materia de vacunas ha sido repetido por todos los expertos.
En esta línea, el director general de Salud Pública, Juan Martínez, tiene claro que las vacunas “son los fármacos más seguros que existen: predomina la seguridad frente a la efectividad”. A su juicio, es imprescindible que se evalúe el impacto de la vacuna que produce en la epidemiología de la enfermedad, así como los cambios en la dinámica de la infección. “Hay que revisar periódicamente las estrategias”, ha acotado.