Tras los acuerdos deliberados en el seno del último Consejo de Ministros, se dio luz verde al RDL 5/2023, una suerte de ‘decreto ómnibus’ que contiene la aprobación de la prórroga del decreto anticrisis junto con otras medidas de distinta naturaleza, como la ya anunciada regulación del derecho al olvido oncológico. Entre ellas se incluyen novedades y medidas de alcance en materia de vigilancia epidemiológica —mediante la modificación del RD 2210/1995 por el que se creó la red nacional— como parte del Capítulo I (de medidas de carácter sanitario) del título V del texto publicado.

Entre los cambios registrados figura una ampliación de la información que ha de remitirse al respecto de un listado de enfermedades, que se amplía ostensiblemente incluyendo patologías de impacto antes no recogidas en el RD, como la COVID-19 o el herpes zóster; no en vano, se alcanzan las 61 dolencias que habrán de ser monitorizadas, con respecto a las 33 originales con las que se concibió el texto original.

En este sentido, se explicita la necesidad de declaración numérica semanal de pruebas diagnósticas y de vacunación referida grupo E del anexo II; esto es, la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2. Precisamente este anexo queda modificado para ahondar en las nuevas modalidades de declaración de más patologías, también agrupadas en el nuevo BOE.

En este punto, la normativa actualizada incluye la necesidad de reportar “datos epidemiológicos básicos en un informe anual” en el caso del herpes zóster o la  “declaración de enfermedades por sistemas especiales”, circunscrita ahora al VIH/SIDA. Además, se actualizan los listados de enfermedades en los siguiente grupos: envío de los datos epidemiológicos básicos agrupados en periodos de cuatro semanas; declaración urgente con envío de datos epidemiológicos básicos; y declaración semanal con envío de datos epidemiológicos básicos.


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