CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 03 de marzo de 2017 h |

Europa lleva tiempo inmersa en la lucha contra las resistencias bacterianas. Los países han puesto en marcha diferentes estrategias para frenar el avance de los microorganismos resistentes y potenciar el mercado de antibióticos. Hay que recordar que actualmente hay solo 41 antibióticos en investigación, de los que tan solo tres pueden acabar con más del 90 por ciento de las cepas definidas como problemas de salud pública.

La semana pasada Berlín acogió un encuentro entre los principales expertos de salud del G20. El objetivo: la búsqueda de tratamientos eficaces. Como indicó Hermann Gröhe, ministro federal de Salud de Alemania, es necesario “actuar unidos para un mañana más sano”.

El debate sobre la necesidad del desarrollo de antibióticos por parte de la industria lleva tiempo sobre la mesa. A juicio del presidente de la Asociación para el Descubrimiento de Nuevos Antibióticos en España (AD-ES), Domingo Gargallo-Viola, está claro que se deben establecer políticas que incentiven la investigación básica y la I+D.

La AD-ES lleva tiempo inmerso en un grupo de trabajo, compuesto por científicos, administración e industria, que está centrado en la búsqueda de fondos europeos y americanos. La idea es conseguir ser competitivos. Tanto la Unión Europea como Estados Unidos están activando programas para incentivar económicamente la investigación y el descubrimiento de nuevos antibióticos. “Hay que presentar propuestas para conseguir subvenciones”, apunta Gargallo-Viola.

Nueva estrategia

“Para conseguir nuevos antibióticos hay que cambiar la estrategia en el proceso de desarrollo”, destaca. Pero, ¿cómo aumentar el interés de la industria? Además de incentivar a los laboratorios, el experto asegura que estos nuevos antibióticos nunca se podrán desarrollar en base al volumen vendido sino a su valor. Los nuevos productos serán más eficaces, pero su uso se debe limitar a los pacientes, para ello “deben tener un precio suficiente que pueda sufragar los gastos de su desarrollo”. “Las autoridades deberían mirar al mercado y repaldarlo de alguna manera. Está claro que el equilibrio existirá: aunque las administraciones paguen más, si disminuye la prescripción de los antibióticos se conseguirá un ahorro importante”.

El experto explica que hasta ahora se han buscado productos antiespectro, sin embargo, con las técnicas de diagnóstico tan avanzadas “hay que hacer una aproximación mayor”. Es decir, ir hacia técnicas más precisas con antibioterapia concreta. El futuro de los antibióticos entonces podría ser similar al de la terapia oncológica, “ofreciendo terapias ajustadas al elemento patógeno”. Es decir, comenzar a hablar de la personalización de los antibióticos.

EN ESPAÑA…

Los expertos inisten en que las resistencias van en aumento y “se están agotando las opciones terapeúticas”

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado la primera lista de patógenos prioritarios resistentes a los antibióticos. En total se incluyen 12 familias de bacterias, todas ellas son las más peligrosas para la salud humana. La lista se ha elaborado para tratar de guiar y promover la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos antibióticos, como parte de las actividades de la OMS para combatir el creciente problema mundial de la resistencia a los antimicrobianos. Se pone de relieve especialmente la amenaza que suponen las bacterias gramnegativas resistentes a múltiples antibióticos. Estas bacterias tienen la capacidad innata de encontrar nuevas formas de resistir a los tratamientos y pueden transmitir material genético que permite a otras bacterias hacerse farmacorresistentes. ”Esta lista es una nueva herramienta para garantizar que la I+D responda a necesidades urgentes de salud pública”, señala Marie-Paule Kieny, subdirectora General de la OMS para Sistemas de Salud e Innovación. La experta comenta que la resistencia a los antibióticos va en aumento y se están agotando las opciones terapéuticas. “Si dejamos el problema a merced de las fuerzas de mercado exclusivamente, los nuevos antibióticos que con mayor urgencia necesitamos no estarán listos a tiempo”, expone. Para Evelina Tacconelli, jefa de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tübingen, los nuevos antibióticos desarrollados contra los patógenos prioritarios que figuran en esta lista contribuirán a reducir las muertes debidas a infecciones resistentes en todo el mundo. “Esperar más producirá problemas adicionales de salud pública y repercutirá enormemente en la atención a los pacientes”, explica la experta. En este sentido, el informe de la OMS se divide en tres categorías según la urgencia en que se necesitan los nuevos antibióticos: prioridad crítica, alta o media. El grupo de prioridad crítica incluye las bacterias multirresistentes que son especialmente peligrosas en hospitales. Estas bacterias han adquirido resistencia a un elevado número de antibióticos, como los carbapenémicos y las cefalosporinas de tercera generación (los mejores antibióticos disponibles para tratar las bacterias multirresistentes). Los niveles segundo y tercero de la lista –las categorías de prioridad alta y media– contienen otras bacterias que exhiben una farmacorresistencia creciente y provocan enfermedades comunes como la gonorrea o intoxicaciones alimentarias por salmonela.

La crisis de los superresistencias ha llegado al Congreso de los Diputados. Ciudadanos registró la semana pasada una batería de preguntas para que el Gobierno responda por escrito sobre los avances en este tema.

La formación naranja quiere saber si España está dedicando una inversión adicional para frenar el avance de las resistencias a los antibióticos y qué medidas concretas están desarrollando a fin de promover investigaciones públicas y privadas. Además, preguntan si existen investigaciones financiadas directamente con fondos públicos sobre esta materia y la dotación que poseen. Del mismo modo, otra de las cuestiones que plantea C’s es si este asunto ha sido tratado con las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial o si lo contempla en la agenda.

Con todo, el Ministerio de Sanidad planteó la creación de un plan nacional para el uso prudente de antibióticos, y además tiene un compromiso con la OMS para desarrollar una estrategia para frenar las superbacterias. Será también en unas semanas cuando el organismo internacional solicite información al respecto de los avances.