Este martes se han presentado los datos preliminares del estudio español CombiVacs en el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Así, los primeros resultados, revisados por un comité de seguridad independiente al estudio, según ha destacado Raquel Yotti, directora del ISCIII, muestran que combinar las vacunas de AstraZeneca y Pfizer es eficaz y seguro.

“La administración de una dosis de refuerzo mediante un esquema de vacunación heterólogo basado en Pfizer es altamente inmunogénico y seguro“, ha asegurado Jesús Antonio Frías, coordinador de la Red de Investigación Clínica del ISCIII (SCREN) y jefe de Servicio de Farmacología Clínica del Hospital La Paz, en Madrid.

De este modo, esta misma tarde se discutirá en la Comisión de Salud Pública si se comienza a administrar una segunda dosis de Pfizer a los 2 millones de personas menores de 60 años que ya han recibido una primera inyección de AstraZeneca en nuestro país.

Síntomas adversos leves

Asimismo, Magdalena Campins, jefa de Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Vall d’Hebron, en Barcelona, ha informado sobre los datos de reactogenicidad tras la vacunación de una segunda dosis de Pfizer en personas que habían recibido AstraZeneca. Los efectos adversos observados son de carácter leve o moderado y entran dentro de lo esperado.

Todos los participantes, mediante una encuesta online, informaron sobre los síntomas adversos posteriores a los 7 días de la vacunación. Los síntomas locales más frecuentes fueron dolor en el lugar de inyección (88 por ciento de los casos), induración (35 por ciento) o eritema (31 por ciento) en el lugar de la inyección, y prurito (picor en la zona de la inyección), que se dio en un 10 por ciento de los casos.

Por otro lado, los síntomas sistémicos más comunes de los que se han informado han sido cefalea (44 por ciento), malestar general (41,7 por ciento) o escalofríos (25 por ciento). La fiebre se ha dado en un porcentaje muy bajo: solo un 2,5 por ciento manifestó haber tenido fiebre. También se informó de náuseas (10 por ciento) o vómitos (menos de un 1 por ciento).

“Estos acontecimientos adversos aparecieron a las 24 o 48 horas de la vacunación y a partir del tercer día habían desaparecido prácticamente”, ha señalado Campins. Asimismo, ha destacado que ninguna de estas personas tuvo que ser ingresada en el hospital por alguno de estos efectos secundarios.

Eficacia

Por su parte, María Teresa Pérez Olmedo, responsable del Laboratorio de Serología del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII, ha abordado la eficacia de administrar una dosis de refuerzo de Pfizer.

“Los títulos que hemos visto de anticuerpos en aquellas personas que recibieron una dosis con AstraZeneca, comparada con aquellos que recibieron una segunda dosis con Pfizer, en el título de anticuerpos de tipo IgG, supera más de 150 veces el nivel basal. Y con respecto a los anticuerpos neutralizantes, se incrementa entre 7 y 7,5 veces con respecto a los anticuerpos neutralizantes que se detectan a nivel basal”, ha explicado.

Así, los resultados en los 442 participantes del estudio que han recibido una segunda dosis de Pfizer, avalan poder vacunar a los 221 participantes del grupo control. Sin embargo, la decisión corresponderá al Ministerio de Sanidad junto a las comunidades autónomas.

Diseño del estudio

“El ISCIII genera nuevos datos, nuevo conocimiento, para proteger la salud de los ciudadanos y luchar contra la COVID-19”, ha recalcado Raquel Yotti. Y es que, mientras otros países europeos ya comenzaron hace semanas a administrar la segunda dosis de Pfizer, España decidió esperar a los resultados de un estudio que se ha realizado en tiempo récord, fruto de la tarea conjunta de las instituciones y los cinco centros sanitarios españoles de primer nivel que han participado en el ensayo.

El ensayo en el que han participado más de 600 personas, partía de la hipótesis de que la respuesta inmune en personas que habían recibido una dosis de AstraZeneca se incrementaría de forma significativa si se administra una segunda dosis de Pfizer, de 8 a 12 semanas más tarde. Por ello, el objetivo ha sido determinar la respuesta inmune humoral frente a la COVID-19, 14 días después de la vacuna con Pfizer en personas que han recibido previamente una primera dosis de AstraZeneca (grupo de intervención), comparado con personas sin una segunda dosis (grupo control).

Sin embargo, algunos especialistas han sido muy críticos en el diseño del estudio, pues consideran que una de sus carencias ha sido la falta de otros grupos de estudio. Por ejemplo, no se ha incluido la administración de dos dosis de AstraZeneca, como lo ha hecho el estudio británico Com-Cov.

Asimismo, tampoco se han considerado otras vacunas de ARNm, como la de Moderna. A este respecto, Jesús Antonio Frías considera que es posible que también funcione, pero no puede confirmar esta hipótesis porque no se ha incluido este brazo de tratamiento en el estudio.


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