GM | martes, 22 de octubre de 2019 h |

Impulsar la calidad de la asistencia y la investigación de los centros hospitalarios españoles es un objetivo de la Fundación ECO junto a Fundamed. Para ello, han puesto en marcha un sello con el que acreditarán la calidad del diagnóstico molecular que se realiza hoy en día en los servicios de Oncología españoles. El proyecto, que se realiza en colaboración con Bayer, ya se está implementado en la Fundación Jiménez Díaz, bajo la coordinación Jesús García Foncillas y Federico Rojo, jefes de sus departamentos de Oncología y Anatomía Patológica, respectivamente, que someterán al servicio de Oncología del hospital madrileño a un exhaustivo análisis que les permita identificar si cumplen con los requisitos de calidad definidos por esta certificación. “Los avances en Oncología de los últimos años han permitido identificar biomarcadores predictivos que se traducen en estrategias personalizadas de tratamiento para numerosos tipos de tumores y pasan por atender al paciente no tanto en función de la localización de su tumor como por su caracterización. Ofrecen excelentes oportunidades, pero a su vez crean nuevos retos organizativos y de gestión” ha explicado el Dr. Jesús García Foncillas, que también es miembro de la Fundación ECO.

Uno de ellos ha sido la implementación del diagnóstico molecular en la práctica clínica diaria, lo que ha supuesto también cambios en la terapéutica y en los tratamientos. “Con este sello hemos querido definir un sistema que reconozca la excelencia en los laboratorios de oncología molecular y valorar y sentar las bases de la calidad del diagnóstico molecular en todos los aspectos relacionados con las diferentes patologías oncohematológicas. Es importante conocer el modelo organizativo, el tipo de financiación del laboratorio de oncología molecular y si depende del servicio de Oncología o de otro servicio del hospital, así como las técnicas de diagnóstico utilizadas, entre otras cuestiones”, ha explicado Santiago Quiroga, vicepresidente ejecutivo de Fundamed.

Entre los aspectos que se analizarán están si el hospital dispone de laboratorio de oncología molecular para la práctica clínica, si hay coordinación fluida entre anatomía patológica, biología molecular y oncología médica, si se llevan a cabo técnicas de secuenciación masiva de ADN, si el laboratorio dispone de plataformas NGS (Next Generation Squency), si se trabaja con biopsia líquida, tanto en el diagnóstico como en la progresión de la enfermedad para detectar mutaciones en genes clave o si se realizan determinaciones de mutaciones, tales como EGFR, ALK, NTRK o ROS, entre otros.

“Todo ello nos permite definir de una manera más precisa el diagnóstico, porque conoceremos mejor la tipología del tumor en función de su caracterización genética, nos ayuda a identificar biomarcadores predictivos y, en definitiva, a evaluar mejor a los pacientes con cáncer, administrándoles tratamientos personalizados y terapias dirigidas que se traduzcan en mayor supervivencia y mejor calidad de vida” señala García Foncillas.

“La oncología ha evolucionado hacia un nuevo concepto marcado por la individualización del tratamiento, basado en el estudio molecular del tumor y que permita un diagnóstico que aporte más información que la mera identificación anatómica del tumor primario y su estudio histológico. En este nuevo escenario de la oncología de precisión, el estudio de alteraciones específicas que marquen un punto de inflexión en el beneficio terapéutico de un paciente aporta un valor excepcional al tratamiento del tumor” comenta Guido Senatore, Director Médico de Bayer.