Carmen M. López | martes, 24 de julio de 2018 h |

Imagínense en un futuro no tan lejano contar con datos más sólidos sobre las patologías que aumentarán y los pacientes que las padecerán. Ese horizonte ya es presente en la medicina actual. Así lo explica José Luis Enríquez, CEO y fundador de Real Life Data, una empresa 100 por 100 española que trabaja en el ámbito del big data y la tecnología en salud, desarrollando proyectos de epidemiología y de medicina preventiva fundamentalmente.

Enríquez explica que el ámbito de la epidemiología es uno de los fuertes de esta compañía. “Lo que hacemos de manera precisa es dimensionar las morbilidades de la población”. Algo, a su juicio, estratégicamente importante para hacer políticas sanitarias efectivas. De este modo, gracias al poder de los datos, ya es posible conocer cuáles son los tratamientos que están recibiendo los pacientes o que han recibido, y su previsión a futuro. “En el ámbito de la diabetes, por ejemplo, podemos perfectamente dimensionar cuáles son los pacientes con diabetes tipo I o tipo II; por rangos de edad qué tratamientos están recibiendo, y cuál es la tendencia futura en cuanto al número de enfermos”, adelanta el CEO.

Del mismo modo, el ámbito de la medicina preventiva también es fundamental. “Hacemos algoritmos que permiten saber cuáles son las patologías que aumentarán en el futuro. Por ejemplo, los datos nos indican que con las enfermedades reumatológicas habrá un aumento significativo”, precisa. Otro dato curioso y de gran utilidad es el de cáncer de pulmón. “Hemos detectado que este tumor aumentará en las mujeres de manera importante en los próximos años”.

En este sentido, Real Life Data elabora informes y análisis que permiten esclarecer las probabilidades de enfermar según grupos de población en el futuro, a través de distintas variables como el peso, los hábitos de vida, etcétera. Hay que tener en cuenta que estos grupos de personas siguen un determinado patrón sanitario. “Lo que vamos a hacer es transformar la medicina actual —defensiva— en una medicina más proactiva. Vamos a aportar la capacidad que tenemos de no ser meros espectadores, sino ser los protagonistas de la salud”, indica. En su opinión, el big data permitirá que tanto la Administración como los individuos puedan ser protagonistas de la salud e intervenir mucho antes. Este nuevo escenario es la base de la medicina de precisión.

¿Qué lugar ocupa España?

A juicio de este experto, España está aún lejos de lo que debería, en relación con otros países. “Tenemos buenos cimientos, buenos profesionales médicos, ingenieros y farmacéuticos, aunque en términos operativos nos queda mucho por recorrer”, adelanta Enríquez. Probablemente, la falta de inversión en nuestro país tenga una clara relación. Cuando se habla de la aplicación real de los datos, en este caso del análisis epidemiológico, desde el punto de vista de medicina preventiva, “tenemos que decir que todavía se está invirtiendo muy poco, más allá de la parte logística y de infraestructuras (software, hardware…)”. Una inversión, por tanto, “más exigente” y un plan estratégico es tarea todavía pendiente.

Homogeneizar los procedimientos

Por otra parte, Enríquez explica que en materia de Real World Evidence también queda vereda. “Es importante que exista una metodología de trabajo en los estudios RWE. Tenemos que proponer unos sistemas de evaluación y calidad de la información”. En esta tarea de acotar un modelo para desarrollar este tipo de estudios es en la que actualmente trabaja parte del sector. Hay que tener en cuenta que cada país tiene sus propias singularidades. “En España, los pacientes se mueven de manera longitudinal por el sistema público —atención primaria, hospitalaria— y esa información queda registrada en la historia clínica. En Estados Unidos, sin embargo, cada paciente se mueve por distintos hospitales en función a la aseguradora, y por tanto, no hay comunicación entre hospitales. La extrapoblación de la información puede ser errática”. De ahí que España tenga un papel fuerte en este terreno, por la movilidad de la información clínica de manera longitudinal. Lejos de lo que se pueda pensar, Enríquez considera que la interoperabilidad no tiene por qué ser un problema en nuestro país. “Para nosotros, en este volumen de información tan grande no hay que ser absolutistas de querer tener todos los datos. Nosotros cogemos muestras poblaciones y proyectamos esa información”. La cuestión está, tal y como anticipa, en que esas muestras de población sean representativas y longitudinales para que permitan proyectar información. “No es una cuestión de cantidad sino de calidad”, acota.

La compañía

Esta compañía de referencia a nivel europeo, tiene en su estrategia expandirse al otro lado del charco. En septiembre, con casi toda seguridad abrirán su primera filial en San Francisco. “El futuro de la salud pasa por el big data, y que exista una empresa española que esté compitiendo en un entorno que será decisivo es importantísimo como país”. Como indica el experto, la ilusión y la vocación en el ámbito sanitario —todos los trabajadores pertenecen al sector— son los pilares de Real Life Data. Un compromiso con este nuevo escenario que para Enríquez también se refleja a nivel general de los profesionales. Enríquez insiste en que el sector cada vez es más consciente de esta realidad. La profesión sanitaria está implicada. Todo es mejorable, también hay que ayudarles con recursos y a veces más inversión con tecnología hace el trabajo mejor”.