Cuando cerca de 60 países se han visto afectados por el coronavirus, cualquier actuación para hacerle frente es necesaria. El Banco Mundial ha anunciado un respaldo de más de 10.000 millones de euros. Este esfuerzo económico irá destinado al apoyo inmediato a los países que deben hacer frente al Covid-19. El impacto santiario y económico de este brote a escala mundial está causando estragos en los países afectados. Por ello, el Banco Mundial insiste en ayudar a tomar las medidas efectivas y disminuir el impacto de esta infección.

A través de este nuevo paquete acelerado, el Grupo Banco Mundial quiere respaldar los sistemas sanitarios. El objetivo es mejorar la vigilancia de las enfermedades, así como impulsar medidas de salud pública. Todo ello a través de la colaboración público-privada, a fin de reducir el impacto sobre las economías.

Estas ayudas se ofrecerán por vía acelerada para hacer frente a la crisis. En total, serán alrededor de 10.000 millones de euros.

“Estamos trabajando para proporcionar una respuesta rápida y flexible basada en las necesidades de los países en desarrollo para hacer frente a la propagación de la COVID-19”, destaca David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.

Como asegura, la partida incluye “financiación para casos de emergencia, asesoramiento en materia de políticas y asistencia técnica, que se basan en los instrumentos y la experiencia existentes del Grupo Banco Mundial para ayudar a los países a responder ante las crisis”.

El paquete financiero ofrecerá donaciones y préstamos a los países de ingreso bajo y préstamos a los países de ingreso mediano. Se utilizarán todos los instrumentos operacionales del Banco con un procesamiento acelerado. Además, la entidad también ayudará al refuerzo del empleo de los clientes, a través de ayudas.

El apoyo del Banco Mundial, señalan, abarcará una amplia gama de medidas dirigidas a consolidar los servicios de salud y la atención primaria. Del mismo modo, mejorar el seguimiento y la elaboración de informes, así como brindar capacitación a los sanitarios que están en contacto directo con los pacientes.

El organismo también tiene la intención de incentivar la participación de la comunidad para mantener la confianza del público, y ampliar el acceso de los pacientes más pobres a los tratamientos. Asimismo, también proporcionará asesoramiento técnico y normativo para garantizar que los países puedan acceder a conocimientos especializados del ámbito internacional.