El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) ha analizado la situación de la COVID-19 en la Unión Europea en relación con Estados Unidos y China. Bruno Ciancio, jefe de la Sección de Vigilancia del ECDC ha sido el encargado de dar detalles desde el Parlamento Europeo acerca del escenario actual, en el que “tres países han informado de un aumento de los casos, siete países han reportado incrementos de casos en los hospitales y las UCIs y un único país ha informado de un incremento del número de muertes por COVID-19”.

La distribución de variantes

La más frecuente en estos momentos es la variante BQ.1, seguida de BA.5 y BA.2.75 y XBB 1.5, que es la que está teniendo una tasa de crecimiento más alta. Ómicron por tanto continúa evolucionado y acumulando múltiples mutaciones. Actualmente no hay señales de que la gravedad de la infección de XBB.1.5 sea diferente a la de los sublinajes de Ómicron que circulaban anteriormente.

Ciancio añade que “hay un campo complicado de variantes de Ómicron en la UE. El virus está tomando formas con cada vez más escape inmunológico de las vacunas COVID-19”.

Con la mirada en China

Los datos de China con los que cuenta ECDC, actualizados a fecha del 15 de enero de 2023, arrojan una cifra de 1,27 millones de personas hospitalizadas, 104.018 casos graves y 59.938 muertes en el hospital en los últimos 30 días. Y completamente vacunados están más de mil millones de ciudadanos chinos mientras que poco más de 800.000 cuentan con una dosis de refuerzo.

El jefe de la Sección de Vigilancia del ECDC apunta que desde Europa “estamos especialmente interesados en saber la tendencia de la incidencia a lo largo del tiempo, la edad, el género, los resultados clínicos y la región. Una de las limitaciones en cuanto a datos de China es el número de muertes, ya que únicamente informan de las muertes que se producen en hospitales, por lo que el número total de fallecimientos no es claro”.

“Ahora debemos estar enfocados en las limitaciones de nuestros sistemas de salud. Uno de ellos es que el nivel de secuenciación de la COVID-19 no es el óptimo en muchos países de la UE”

Bruno Ciancio, jefe de la Sección de Vigilancia del ECDC

“La segunda limitación es el hecho de que nuestra población no ha completado totalmente la inmunización frente a la COVID-19, es decir, el segundo refuerzo. En cuanto a la variante XBB.1.5 de Ómicron, las principales preocupaciones son: la rápida expansión en Estados Unidos, el escape inmunológico que un estudio preliminar ha mostrado que esta variante exhibe”, explica Bruno Ciancio.

Un total de 962 secuencias han sido compartidas y recolectadas entre el 1 de diciembre de 2022 y el 6 de enero de 2023. La más común es la BF.7 (en el 47 por ciento de los casos). De estos datos, el organismo deduce que el impacto en Europa será limitado, porque hay un alto porcentaje de población inmunizada contra Ómicron y las variantes circulantes. Además, las variantes que ahora circulan en China ya han circulado antes por Europa.

Las variantes que circulan en la UE y EE.UU.

Las vacunas de refuerzo en la Unión Europea en los grupos de edades de las personas mayores (franjas entre 60 u 69, 70 y 79 y más de 80), han sido administradas en un 45 -50 por ciento en la mayoría de los países.

Ya se sabe que donde primero se detectó la nueva variante de ómicron fue en EE.UU. el pasado mes de octubre. Desde Europa creen que cabe la posibilidad de que esta variante escape a la inmunidad adquirida hasta ahora. Y que, por su vinculación con el receptor humano ADE2, se podría incrementar su transmisión. Sin embargo, de momento los niveles de la XBB.1.5 son mucho más bajos en Europa que en EE.UU. (donde la prevalencia es de un 43 por ciento).

Así las cosas, la situación es muy diferente a un lado y otro del Atlántico. En Estados Unidos prevalece la variante XBB.1.5 en el 43 por ciento de los casos durante las últimas semanas. La BQ.1. en cerca del 29% por ciento y la BQ.1 en torno al 16 por ciento. Por debajo de estos porcentajes se encontraría la XBB con un 4 por ciento de casos. “Es posible que la situación sea extrapolable a Europa en cuanto a los casos de esta variante primera y que se reproduzca el patrón con la BQ.1”, matiza Bruno Ciancio.

Recomendaciones de la UE

Desde el Parlamento Europeo se establecen las siguientes pautas de actuación:

  • Volver a vacunar a los grupos de riesgo que hayan recibido la última dosis hace 6 meses (a ser posible, 3 meses después).
  • Vacunar a todas las personas en grupos de riesgo que no hayan sido vacunadas.
  • Asegurar el nivel de prevención de infecciones en los centros sanitarios.
  • Reanudar la secuenciación en todos los países con el fin de detectar las variantes que circulan con un 5 por ciento de prevalencia, al menos.
  • Si las circunstancias lo permiten, elevar el nivel de vigilancia entre los viajeros que provienen de áreas donde la situación está empeorando y no hay suficientes datos contrastables, como China.
  • Invertir en nuevas estructuras de investigación para poder evaluar rápidamente las nuevas variantes que surjan.

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