C.M.L. Madrid | viernes, 05 de abril de 2019 h |

Las inequidades en el acceso a los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) siguen su curso en España. En muchas comunidades autónomas, la receta debe ser visada para obtener financiación pública. Los criterios de financiación no se corresponden con las indicaciones de uso según las recomendaciones de las sociedades científicas, por lo que, ante este escenario, los expertos coinciden en que es necesario replantear la supresión del visado en aquellas indicaciones en las que los ACOD son más seguros que los anti vitamina K (AVK).Así lo avalaron los expertos reunidos en la jornada ‘Abordaje multidisciplinar del ictus’, organizada por la alianza BMS y Pfizer.

Un encuentro que ha servido para poner el en foco los problemas actuales que tienen los médicos con la prescripción de estas terapias. Como denunció el presidente de Semergen, José Luis Llisterri, “tenemos unas barreras en la prescripción de los ACOD importantes”. Un “bochorno” a juicio de Inmaculada Roldán, coordinadora del Grupo de Trombosis Cardiovascular de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Como señaló Llisterri todo esto “supone una pérdida de oportunidad” para optimizar el tratamiento de los pacientes en España”.

En nuestro país no se trata la Fibrilación Auricular de inicio como indican las guías de práctica clínica, “con ACOD y, además, la calidad de la anticoagulación con anti vitamina K (AVK) no es del todo adecuada en más del 50 por ciento de los pacientes debido, fundamentalmente, a los múltiples inconvenientes del acenocumarol”, puntualizó Roldán.

Una de las principales áreas de mejoras, los expertos destacaron la importancia de incrementar la prescripción de estas terapias en pacientes subsidiarios, estandarizar el manejo de las complicaciones y el uso de agentes de reversión y hemostáticos, aplicar las recomendaciones de las guías de práctica clínica respecto a la dosificación adecuada y, finalmente, adecuar el manejo periquirúrgico y periprocedimiento a las recomendaciones del documento de consenso nacional.

“Es necesario facilitar el acceso a fármacos que se asocien a un menor riesgo de hemorragias como son los ACOD. Estos fármacos han demostrado tener al menos igual eficacia en prevención de ictus en pacientes con FA y no requieren los análisis de sangre frecuentes para ajustar la dosis como los AVK, lo que facilita mucho su uso”, indicó María Alonso de Leciñana, representante de la SEN.